martes, 19 de julio de 2011

CUENTO NEGRO DE LA MUJER BLANCA

La mujer blanca se vistió de negro.
Todito negro y negro.
Hasta sus mismas pijamas y su jabón.
Negro y negro todas sus cosas.
Como la noche, como el carbón.
Pero
Cuando lloraba aquella mujer
sus lágrimas eran azules
y verdes como los periquitos.
Lloraba mucho aquella mujer
y tocaba la flauta.
La
Mujer
Blanca
Vestida
De
Negro
Llorando
Y
Tocando
Su
Flauta.

Autora: Leonora Carrington

http://www.jornada.unam.mx/2005/10/02/sem-cuentos.html

MI AMIGO VÍCTOR, EL BRUJO

Yolanda:

Lo de dar miedo y lo de ser brujo ... ... ... ojalá fuera cierto esto último; no dejaría títere con cabeza, sería el "Quijote" de los güenos y mis huestes y yo combatiríamos a la "Maldá" hasta acabar con ella.
Por otro lado y ya en serio:

No esperes a encontrar un "precipicio" para tirar tu "costal de demonios"; simplemente aviéntalo ya ... ¡ahora! ... que caiga donde sea, aléjate y esfuérzate por ser feliz

Entendí que los calificativos que le adjudicaste a tu despotrique eran ironía pero el texto destilaba una bronca interior a la que me pareció que tenías que darle matarili, cosa que el mero desahogo de autocotorreo no iba a resolver.

Saluditous, besitous y "abrazitous",
V.

sábado, 9 de julio de 2011

BABA YAGA


"Duerme tesoro
que viene el coco
y se come a los niños
que duermen poco"

Esta es canción infantil de la que no sabemos su origen exacto pero que se ha trasmitido a través de muchas generaciones y es un ejemplo sencillo de cómo desde la antigüedad más remota se utiliza el miedo para alertar de peligros externos. Así, nuestros cuentos infantiles están plagados de cocos, hombres del saco, brujas, personajes todos ellos inspirados en la marginalidad, en la mendicidad o en la deformidad. Hombres, la mayoría mutilados, lisiados, aislados, que vivían solos en los bosques causando pavor allí donde se pasaban. De la misma manera existen personajes femeninos, las brujas, mujeres solas que sobrevivían con sus conocimientos sobre las plantas que servían para curar, para matar, para enamorar..., trasmitidas de madres a hijas.


Y si a éstos unimos animales y monstruos inspirados en las bestias mitológicas, tenemos todos los personajes necesarios de nuestros cuentos, de los nuestros y de los de otros países. Sirva como ejemplo lo que nos cuenta Katerina alumna de cuarto de ESO que ha llegado de Ucrania y nos habla de Baba Yaga.


BABA YAGA

Baba Yaga es un personaje recurrente en el folklore ruso. Baba Yaga es una vieja huesuda y arrugada, con la nariz azul y los dientes y los pechos de piedra a la que a menudo se le da el apelativo de " la de las patas huesudas". Es un ser perverso y cruel pero no totalmente malvado; come personas, generalmente niños, desgarrándolos con los dientes y destrozándolos a golpes contra sus pechos. Adorna la valla de su casa con sus cráneos, en cuyo interior coloca velas, pero ayuda a la gente que le sirve. Guarda las "Aguas de la Vida y de la Muerte". También dirige los ciclos de la naturaleza: sus tres jinetes salen cabalgando y vuelven a la choza de Baba Yaga, el primero es blanco y representa al amanecer, el segundo es rojo es la luz brillante del sol, el tercero negro, la noche,. Baba Yaga vuela montada en un almirez y rema el aire con una mano de mortero en ocasiones una escoba.


Historia

Baba Yaga era la antigua diosa eslava de la tierra, antes de que los dioses rusos ascendieran al poder; sin embargo, Baba Yaga, distaba mucho de ser una diosa benévola, y usaba su poder para afligir a los mortales con penurias y hambre. Poco a poco fue degenerando hasta convertirse en la diosa del inframundo, que instaló su base en una cueva desde donde mantenía contacto con dicho mundo y poco a poco las cercanías se inundaron de un hedor insoportable. Se le considera abuela de Chert, el diablo ruso, y Koshchei, el dios de la desgracia. Poco a poco Baba Yaga se fue apartando del mundo y de los demás dioses, únicamente mantenía contacto con un grupo de mujeres, conocidas como hijas de "Baba Yaga"