viernes, 19 de agosto de 2016

FANTASMAS FAMILIARES


…Además, las historias de mamá y de la abuela me habían hecho concebir fantasmas, pero nunca había visto a alguno. Mamá afirmaba que era más fácil si existía un lazo afectivo. Y resultó a pesar de mi negativa al respecto. Algunas noches después de su muerte, la percibí en mi cama como cuando me cantaba siendo pequeño o me contaba alguna de sus historias. Acarició mis cabellos; no quise abrir los ojos, no por miedo a ella, sino por temor a que fuera un sueño preferí dejarme llevar en su plácido suspiro matinal. Por la mañana fui a la escuela, al trabajo y nada ocurrió, pero por la noche mientras hacía una tarea pendiente la miré a través de un espejo. Ella se maquillaba como cuando vivía y refería con cierta resignación: “Me estoy poniendo vieja y mis mejillas requieren color”. Parecía decir: me estoy poniendo muerta y estoy extremadamente pálida. Por cierto, me explicó que las almas de los muertos no son pálidas por la muerte en sí, sino por la falta de sol, no se pueden asolear los fantasmas. Reí junto con ella, me senté en la cama y mamá hizo lo mismo. Me abrazó y luego de reír ante su muerte, lloramos juntos. En la vida huérfano de madre; en la muerte, mi madre, huérfana de mí…
…Antes tuvo tiempo para explicarme algunas conductas de los fantasmas. “No necesariamente se pueden ver sólo fantasmas de nuestros familiares. Eso sí, ninguno quiere ayuda, únicamente esperan su tiempo. Por la noche duermen como los vivos; son fantasmas, no vampiros. Algún armario resultará su lugar favorito, pero cuando los vivos pernoctan boca arriba prefieren recostarse en la cama, a un lado, y es cuando sentimos que nos hundimos, que nos despeñamos, o cuando podemos soñar que nos vemos desde arriba. A veces prefieren asirse a una mano cálida. Cuando duermes de lado, si hay fantasmas de niños se acurrucan junto a ti y los de adultos que sufren de insomnio se entretienen mirándote. Cuando se encuentran solos abren las puertas; las puertas deben estar abiertas para los fantasmas. Si todas están cerradas, tienen miedo y lloran. ¡No se debe hacer llorar a los fantasmas! No pueden atravesar paredes, ni siquiera vuelan; arrastran sus pies porque es cansado ser un muerto. Por eso cruje la madera, rechinan las puertas y se siente cuando se sosiegan en tu cama”.

Omar Mireles Penilla. En: Canción para una niña muerta. México. Editorial Doble Sol. 2008, pp. 26-29

"ÁNGELA HÚMEDA" / SAMPERIO

ME DUELES MUCHO, SISTEMA SOLAR Y, EN ESPECIAL TÚ, "TIERRA", CON ESE NOMBRE TAN HORRIBLE, SI TIENES OCÉANOS (QUIZÁ MÁS AGUA), EN EXTREMO PLANTAS, ÁRBOLES Y LOS POLOS SUPRAHELADOS. DEBERÍA NOMBRARTE "MAGNÉTICA", "ÁNGELA HÚMEDA" O "ARBOREA PLANETARIA". PERO LO QUE DESEO DECIRTE, ADEMÁS DE HALAGARTE, "ÁNGELA HÚMEDA", ES QUE TE HEMOS DEPREDADO Y QUE NO PASARÁ ESTE SIGLO EN QUE TE VENGA EL DESASTRE. DE MI PARTE TE PIDO PERDÓN PORQUE TAMBIÉN HE SIDO, DE FORMA INEVITABLE, CÓMPLICE. NO TE VERÉ MORIR PORQUE ME IRÉ PRIMERO. GRACIAS, "ARBOREA PLANETARIA", POR TODO LO QUE NOS DISTE. ME APENA MUCHO NO PODER ESTAR EL LA NOCHE EN QUE FENEZCAS E IRME CONTIGO. PERO DONDE ESTÉ, EN LA TRANSPARENCIA, EN LA INVISIBILIDAD, DESDE ALLÍ TE LLORARÉ, "MAGNÉTICA". SEGUIRÁS CIRCUNVOLANDO EN TORNO AL SEÑOR SOL, SIENDO SÓLO UN BASURERO, OH DESGRACIA, QUE NO SUPIMOS DARTE TU LUGAR, "ÁNGELA HÚMEDA".



sábado, 13 de agosto de 2016

No tengo ganas de verte. Era tan fácil y estuve en dos ocasiones durante días triste y paralizada. Con un revoltijo en el vientre y en la cabeza. Obsesionada. Con mucho dolor. Sí que era fácil. Estoy decepcionada, bien lo dijo Damariz. No quiero que esté en mi vida que sea capaz de perturbar mi paz. Nadie.

Cuando tomé la decisión sentí cómo mis pedazos se integraron de nuevo. Respiré de manera normal. Retorné a mi quietud. Todo lo que me rodeaba tomó forma otra vez. Por dentro grité: ¡No te quiero en mi vida! Y me imaginé tu llamada por teléfono para la próxima cita, en que muy sinceramente te respondería que estaba decidida a decirte que ya no se me antojaba verte. Sentí alivio otra vez.

No es orgullo. Está muy lejos de eso. Me perturbas. Pasan por mi cabeza imágenes de tu presencia en esta casa y no te quiero aquí. No más mensajes de mi parte porque verdaderamente no siento ganas de escribir nada ni de comunicarme contigo. Es necesario que esto muera para que yo siga viviendo. Tu tiempo se acabó.

No es cuestión de quererte o no. De eso no tengo ni idea. Es otro orden de cosas, importante para mi. Empiezo a borrarte o tal vez estos días de confusión, ya estaba comenzando a hacerlo. La balanza se inclinó por fin al lado que debía inclinarse. Que tus argumentos son razonables, lo son; pero me provocan una desolación y un vacío que no tenía antes. Te miro egoísta, insensible y atento prioritariamente a tus intereses. Utilitario tal vez. Cualquier calificativo da igual. Hasta tu figura la veo distinta, lo mismo que la expresión de tu cara. Estoy mejor sin ti. Y creo que no te tuve nunca y los momentos en que tal vez te tuve, se diluyen y desaparecen.