martes, 31 de julio de 2012

SAMPERIO

"Si no te hubieras ido"
por Guillermo Samperio

"Te extraño más que nunca
y no sé qué hacer…la gente pasa
y pasa siempre tan igual…"
del Buky por el grupo “Maná”

Eres maga o ¿qué?, por qué te haz desaparecido así como moneda que yo hubiera lanzado al aire y en la altura se hubiera disuelto. Tengo días pensando en ti, te lo juro, he tenido viajes, trabajo mal pagado y sólo escucho una canción. Te extraño más que nunca y no sé qué hacer; el montoncito negro que dejaron tus medias fuera del clóset sigue allí. Por la noche lo veo caminar hasta la cama, sube a las cobijas y me camina hasta la cara, siento que me va a clavar los colmillos y regresa a su lugar. Tu falda verde subido, la de la abertura en tu pierna izquierda, continúa colgada en el baño, lo mismo que tu blusa verde bajado, pero ambas están en el mismo lugar y casi hablan quedo, muy quedo, con palabras vegetales. Despierto y te recuerdo al amanecer: me espera otro día por vivir sin ti.
Salgo a la calle hacia la estación del metro y la gente pasa y pasa siempre tan igual, sus caras grises, sus bolsos y portafolios negros; el cielo es plomizo a diario, no llueve pero nunca termina de salir el sol. Elijo subirme en un microbús pero, antes de llegar a la esquina de los microbuses, un grupo de cebras se pasa el alto; no veo a ningún policía para que las infraccionen ni a ningún cazador del África para que les lance una red de plomo como las nubes que ahorita se expanden como trampa.
Me doy cuenta de que estoy detenido ante la tienda delgada donde venden anteojos, volteo y distingo que el espejo no engaña: me veo tan diferente; por el mismo espejo distingo que sobre Cuauhtémoc transita un tren de acero ceniciento y giro para verlo de frente: trae escrito sobre la trompa curva Destination en letras rojas y una sombra ultranegra en cada grafía. ¿Por qué en inglés, mi vida, por qué sin rieles-hierros donde las ruedas se puedan deslizar y no lancen ese humo refulgente entre chispas de estrellas fugaces, si es una locomotora tan vieja, tan con su escalera a un costado, tan con su lámpara circular en el centro de la trompa, lanzando un haz de tonalidades verdosas como tu falda y tu blusa? ¿Quiere decir que me haces falta tú? ¿El ritmo de la vida me parece mal; era tan diferente cuando estabas tú? Sí que era diferente cuando estabas tú; para qué me hago estas preguntas tan llenas de volutas de humo del tabaco que voy fumando, cigarro extralargo. A la cuadra siguiente veo que la Destination se lleva entre las patas-ruedas a cuatro o cinco carros y un par de camionetas, una de las cuales es de presos que llevaban al Centro de Readaptación Social, es decir el tipo de cárceles más tremendas de México a diferencia de las de Estambul, las cuales son retetremendas. Ahora que digo esto y un cocodrilo de plata me ensucia los zapatos beige con su limo metálico, no hay nada más difícil que vivir sin ti, ¡no! Allí están los zopilotes girando en tiovivo celeste: ¿Van por los muertos que dejó la locomotora o vienen por mis tripas y mis sueños y mi deseo por ti que se escurre tras mí como sangre de tela? Tanto he hablado contigo y conmigo, es decir con nadie, que siento arena sombría en los párpados y eso que traigo mis lentes rojos, un poco para darle un toque de gusto hipócrita a mi cara, sufriendo en la espera de verte llegar. Por lo menos no le hablo a los postes ni a los autos ni a las mujeres feas; bueno no es que estén feas, la mayoría sí, pero las otras sin ser feas me son feas porque el frío de mi cuerpo pregunta por ti y eso que siento calor a pesar de ese maldito cielo nublado y la ausencia de policías y la presencia de cebras y el tren y los zopilotes y el cocodrilo y las feas.
Me llegan flashazos de tu estatura, con botas eras más alta que yo y me gustaba el asunto. Fuiste puras sorpresas, al bajarte las faldas y hacerse un rugoso charco gris y violeta, tu cadera y tu culo, para lo que me había imaginado, eran más grandes; eras toda desproporción ante mis pigmeas imaginaciones solitarias y tus piernas gruesas hasta los tobillos y uno de tus dedos del pie derecho con anillo de plata y, regresando, tus senos más que generosos (siempre me miraban); entonces, supuse que eras hechicera: vestida = delgada; desvestida = buenérrima. Y tus ojos entre cafés y verdes y tu cuello largo y tu cabellera arreglada desarreglada; no no no, en cualquier momento tu figura me cambiaba el imaginario. La vez que te arreglaste con ese sombrero de los años 30s y yo estaba en pijama, casi nos morimos: yo de vergüenza y tu de coraje; ah y te pusiste un abrigo ligero de época, a lo Louise Brooks, la que traigo tatuada. Sacaste una pistola escuadra 38 por cada ojo y quedé todo agujereado antes de irme a bañar. Mientras me caía el agua tibia (se nos había acabado el gas) pensé en tu piel blanquísima como la de las mujeres del Este europeo; lástima que tuvieras las mismas veleidades de ellas.
Estoy aquí detenido, a unos metros de la esquina, tengo que ir a dar una clase de literatura y voy a llegar tarde o a lo mejor no llego, pero sin metálico la cosa va a ser peor porque no te dije que tus zapatos rojos, los de tacón alto, se quedaron al pie del sofá negro, junto a la mesa de madera de patas redondas donde aviento los siete dados para jugar el juego que inventé y del cual nunca pueden salir dos pókares, y tus zapatos como aves rojizas, muy pispiretos, muy de pie y toda la cosa, pero al fin como zapatos de tacón rojos que te estuvieran esperando de un momento a otro, como si dijeran entre ellos ahorita, ya mero, en este instante va entrar descalza y va a venir directa hacia nosotros y sentiremos entrar primero sus dedos blancos y frescos que traen un anillo plateado, luego su planta brisa y después sentiremos cómo los talones entre rojizos y muy blancos intentan meterse en nosotros hasta que al fin nos habitan y empezamos a caminar sin ningún sentido, como inspeccionando el departamento para ver qué hubo en estos días en que los pies no estuvieron; y no sé dónde estás. La gente pasa y pasa siempre tan igual; el rito de la vida me parece mal. Me encamino hacia la esquina sin importarme que una manada de jabalíes pasen entre mis piernas y casi me lancen al suelo, pero unos dos metros adelante arrojan al piso y revuelcan a la viejita, la que siempre anda de negro, la que vive en el piso de abajo a la derecha, subiendo las escaleras, la revuelcan, la cornamentan, le hacen tiras el vestido y enseña esas horribles medias cafés con leche oscuras y esas elásticas ligas gruesas y rojas que las detienen arriba de sus rodillas y eso calzones blancos –ahora medio grises por la revolcada— como de algodón abombado y una como faja color carne que debe ser ortopédica porque la viejita es demasiado flaca.
Unos tres pasos y estoy ya frente a ella, la tomo por las axilas, la pongo en pie, la miro de frente, gracias, señor, me dice, pero tiene una cara de satisfacción como si de pronto la hubieran violado los borrachos que se juntan en la otra esquina; dónde están esos muchachos, me pregunta, y me doy cuenta de que le hacen falta sus lentes y que están allí, a dos pasos, los recojo, ah, dice, es usted, señor Guillóm, gracias, gracias, agrega, se da la vuelta y va de regreso al edificio, creo que ya no iré a la iglesia, por hoy ha sido ya una gran aventura, termina por decir como para ella misma; al reiniciar mi camino veo tiradas y hechas trizas a otras viejitas y pienso que es mejor que disfruten en el suelo y que la iglesia se vacíe por el día de hoy y que el párroco se quede con las ganas de darles las hostias blancas que siempre les mete en la boca y que ellas chupan con deleite celestial; si no te hubieras ido, sería tan feliz.
Era tan diferente cuando estabas tú, la avenida incluso tenía otra cara, llena de amapolas, de tigres que saltaban desde los techos de las tiendas y las jirafas jugando a enredar sus cuellos como si fueran acertijos, las ranas y los camaleones rojos metiéndose en las bolsas del mandado de las señoras jóvenes y tú y yo riéndonos, sabiendo el susto que se iban a llevar cuando intentaran sacar los jitomates, las cebollas y las otras cosas que habrían adquirido en el mercado, como filetes de pescado o de res, ajos, naranjas y limones y en medio un camaleón o una rana que se les subiría a la espalda y luego los gritos de sorpresa por aquí, por allá, por acullá y por el Aconcáhuac. Y ahora me vienen a la memoria tus otros zapatos de tacón, los que te ponías para las fiestas en jardines o junto a las albercas, esos confeccionados con trozos de piel amarilla, café claro, naranja, rojo, sepia, negra, azul pálido, café oscuro, elegantes ellos, ya que los trozos de piel están medio granulados, pero esos no los veo por ningún sitio, me vinieron ahorita a la cabeza, sí que era diferente cuando estabas tú; no hay nada más difícil que vivir sin ti, ¡no! Y el día se oscurece, surge una parvada de halcones sobre el edificio y, junto a ellos, mantarrayas celestes y murciélagos negro-rojos y albinos, me punzan el corazón y los riñones y me duelen los pies y el duodeno y la aorta, amor, dónde estarás, manda un símbolo, verde o amarillo o rojo, que vea un cardenal entre tanto avechucho tenebroso, el hígado y el cerebelo, el pulmón izquierdo y el brazo derecho, sufriendo en la espera de verte llegar, el duodeno y las meninges, recordando que tampoco he visto la maleta de cuero miel con esquinas metálicas, la que era mía, y que cuando te di la clave de la cerradura sentí escalofrío, los cartílagos y el diafragma, el frío de mi cuerpo pregunta por ti y no sé dónde estás, cucarachas por la banqueta y escarabajos negros revoloteando, la dermis y la bóveda craneal, zopilotes y águilas que por su fabulosa cantidad tapan las nubes grises, la maleta de cuero miel, hormigas rojas del Amazonas, la clave de la cerradura, ratas embarazadas, no hay nada más difícil que vivir sin ti, las esquinas metálicas, bronquios, cuero rojo, diafragma, puercos espines, falta de respiración, la mascada de la India, sufriendo en la espera de verte llegar y no sé dónde estás, el juego de ropa interior amarillito, elefantes negros, ballenas con alas que destrozan las casas, la tráquea se me empieza a colapsar, la clave, si no te hubieras ido sería tan feliz, maxilares, páncreas, panteras que saltan hacia la gente, el corazón que se me está deteniendo, da pálpitos, algún brinco, si no te hubieras ido, el corazón, los perros callejeros me olisquean, me caigo como tabla, siento que la sangre escurre de nariz y mis labios, hormigas negras entran por los resquicios de mi nariz, corazón, el canto de la sirena de una ambu…

domingo, 29 de julio de 2012

REX












Mi pequeño, mi grisecito,
nunca te olvido. Pronto te visitaré
y espero que tu familia ¡te quiera muchísimo!

P. soviética





Película: El Sacrificio”, de Andrei Tarkowsky, el mejor filme que cierra el siglo XX y no se sabe si
haya otro, en el XXI, que lo supere
por Guillermo Samperio
*
Sacrificio narra, en principio, la historia de Alexander, un hombre al parecer agnóstico, escritor, conocedor del arte, exactor, que vive aislado en una casa de una solitaria isla sueca. El día de su cumpleaños se encuentra plantando un árbol con su hijo enfermo de la garganta y no habla; la fecha es 18 de junio de 1985. Lo visita un amigo suyo, Otto, el cartero un hombre recolector de historias extrañas, un tanto del “más allá”. Mientras la familia se reúne para celebrarlo (la esposa, al parecer la hija y un médico que llega con ellas), Alexander está afligido por la pérdida de espiritualidad que asola al mundo contemporáneo (estamos hablando de 1985, fecha de la película, aunque el guión lo tuvo Tarkosky quizá unos siete años). Sus temores demuestran estar fundados cuando, durante el día, llega la noticia de un imperioso conflicto nuclear: A partir de ese momento, Alexander está dispuesto a sacrificarse por toda la humanidad, prometiendo a Dios que abandonará sus bienes y renunciará a su propio hijo si concede otra oportunidad al mundo. El final definitivo e irreversible está cerca. Su peculiar amigo el cartero acaba convenciéndole de que una de sus criadas es una mujer con poderes extraordinarios y que tiene el poder de salvar al mundo mediante un último sacrificio: la unión sexual con ella.

La destrucción de la Tierra aterra a Alexander; ante el inminente fin todo parece perdido, no hay forma racional de detener lo que la razón y las ciencias provocaron. Él recurre a la oración e implora; en forma doliente reza “El padre nuestro” y otorga en sacrificio a su familia y a su adorado hijo (aquí nos remite al sacrificio de Abraham); pero no es suficiente y tiene que sacrificar su formación lógica-intelectual y creer en algo mucho más básico y tradicional. La unión con María salva a la humanidad. Después de esto, Alexander quema su casa en aparente locura y renuncia a su hijo como lo prometió.
*
El sacrificio es una película sobre la ausencia de espiritualidad en nuestro mundo y la predominancia de las ciencias y la tecnología
En la cinta los personajes deambulan como conciencias extraviadas y obsesivas, lo notamos al ver que no hay planos cercanos a ellos, sino sólo en crisis, en un disturbio. La cámara se sitúa a distancia, las expresiones de ellos son lo que menos importan, es el momento lo que nos mantiene para ver el desenlace.
La historia del árbol seco que florece, con la cual inicia la película, los Japoneses lo llamarían ikebana; es importante porque nos remite a la humanidad sin espíritu y sólo florecerá cuando alguien con fe cambié. Y ese alguien, en rigor, sería el cambio de dirección que lleva la humanidad hasta nuestros días. En sí las religiones establecidas, como el catolicismo o el protestantismo, entre no pocas, forman parte del sistema de destrucción de la Tierra, son cómplices de la concentración de capital y de las construcciones monstruosas, de las que incluso los árabes, el Islam, son cómplices.
Los componentes principales del largometraje son, sin duda alguna, en primera instancia la Espiritualidad en diversas manifestaciones, principal ingrediente junto con la fe japonesa de la película:
-Vemos al Alexander recurrir a la oración.
-El Cartero el que trae “la buena nueva”, entre enviado y arcángel.
- Alexander sacrifica su formación lógica-intelectual inducido por Otto, el cartero y recolector de circunstancias paranormales llevando en su haber 284 experiencias. Quien convence a Alexander de hacer el amor con María, una de las dos sirvientas, aludiendo que ella es bruja. Este momento es sublime y se muestra una escena hermosísima: los cuerpos flotan, haciendo una alianza intelectual, religiosa y pagana *. Esta unión conducirá a una humanidad genuina, única como anhela Alexander y así poder salvarla. Aquí nos remite al nacimiento de Jesús en el nuevo surgimiento.
(citas bíblicas Juan 18:38, Mateo 6:9-13)
El silencio: en la cinta vemos un silencio prolongado en la mayoría de las escenas. El principal silencio es el de su hijo mudo, debido a una operación. Alexander está condenado a las palabras y por lo tanto a la angustia. Esto lo vemos claro en la plática con su hijo y se mete tan lleno en su pensar externando “que el mundo es inminente y que el hombre ha perdido su espiritualidad en pos de la razón y la civilización”. Pierde de vista en unos segundos a su pequeño; al darse cuenta se angustia, ya que su pensar existencialista lo cegó ante el silencio de su hijo quien es el único que lo escucha. El silencio reina en cada uno de los personajes.
El tiempo: no se define con nitidez en la cinta; las tomas son largas y duran mucho, hay planos fijos, los personajes utilizan monólogos que son extensos, el color en la fotografía (extraordinario) hace uso de tonos apagados, texturas muy marcadas y claroscuros. La mayor parte de la película se desarrolla en el exterior. Cada toma nos hipnotiza y hace que separemos el sueño, el momento y lo real. Pero la fotografía es la única que nos da el tiempo transcurrido de esas doce horas que tiene Alexander; la profundidad del campo captada por los movimientos suaves de la cámara nos provoca un estado de contemplación, pero a la misma vez un vacío. Y el tiempo es detenido hasta el momento del sacrificio. Como el nuevo amanecer y la cinta toma un color claro.
*
Simbolismo: Desde el inicio de la película encontramos varios simbolismos: uno de ellos aparece en el comienzo y en varias escenas del largometraje: es el cuadro de “La adoración de los Reyes Magos” de Leonardo da Vinci. Durante los créditos, se mantiene la figura de un niño de pie cuya rostro es horrible; cuando están terminando los crédito sube la cámara y al fin vemos al “niño” bello, lo cual crea contraste entre ambos pequeños y el simbolismo podría apuntar a que de la “maldad” de los judíos y, por tanto, de los romanos advendrá una época de serenidad para la humanidad. Además, en torno de la adoración del niño dios, se está generando una batalla a caballo, en la que la cámara no se detiene, sino que sólo la registra. Sin embargo, casi terminando los créditos de inició, aparece la fronda de un árbol en realidad hermoso, además del cielo límpido y de inmediato se ve a Alexander al lado de su hijo pequeño plantando un árbol que no tiene raíces y el padre le dice al niño que si durante más 17 años se riega a diario a tal árbol en una hora exacta, el árbol echará raíces y vivirá, lo cual implicaría una disciplina.
En el inicio, parece una locura.
*
La música importantísima a lo largo del filme: "Erbarmedichmein Gott" de Johann Sebastian Bach. “Señor ten piedad de mí” También escuchamos a Watazumido-Shusocon, su flauta de bambú japonesa y un canto tradicional sueco.
El nombre de María, la unión de ella y Alexander, el silencio, el orar y el creer de el que con su fe salva a la humanidad.
La escena de la quema de su casa él se pone kimono, muestra el yin y el yan y laborra todo pasado para que la familia tenga o tome una dirección de su vida, junto con víctor (su doctor) y sobre todo en su aparente locura también sacrifica a su hijo quien simboliza el estado más natural cercano de él.Ese fuego purificador que aparece al final arde toda su vida anterior, pero poco importa, pues el mundo vuelve a caminar y se ha salvado gracias a un solo hombre, que ahora, en consecuencia, debe cumplir la promesa hecha a Dios y renunciar a todo, incluso a su hijo.
El niño acurrucado en el árbol cerco (que representa a la humanidad marchita sin fe), mientras él representa el nuevo humanismo ya con el acto de fe al regar el árbol seco recupera su voz y las palabras de su progenitor salen de su boca infantil “ Y primero fue el verbo ¿por qué papá? La emoción emana y es en este momento que la cámara capta todos los símbolos y nos muestra los momentos únicos de la película: la copa del árbol, el agua, la humanidad y la naturaleza.El metraje empieza y acaba en un mismo espacio, junto al lago la cámara se desplaza hacia los lados vemos lo terrenal mientras en un segundo plano vemos lo espiritual: el árbol y se eleva.
El niño se convierte en adulto al asumir el papel del monje mencionado por su padre, invirtiendo los papeles en el que el niño se vuelve adulto. Por lo tamto el niño es el padre de su padre vuelto niño.
*
La locura aparente de Alexander concluye con el sentir de que gracias a su sacrificio, el mundo tendrá espiritualidad y la esperanza de ver otro amanecer.
El sacrificio es una obra maestra que nos permite explorar la espiritualidad del alma. Es un momento alucinado, entre la vigilia y el sueño y sobre todo que nada parece real Cada personaje juega un papel importantísimo para comprender el sacrificio, todos los personajes tienen un rol importante de interpretación: hay desolación, añoranza y deseos de un cambio en cada uno.
*
FICHA
Año de producción: 1986
País: Francia, Reino Unido, Suecia
Rodada en Gotland, Suecia,
Dirección: Andrei Tarkovsky
Intérpretes: Erland Josephson, Susan Fleetwood, Allan Edwall, GuòrúnGísladóttir, Sven Wollter, ValérieMairesse, FilippaFranzén
Guión: AndreiTarkovsky
Fotografía: Sven Nykvist
Duración: 149 min.

Ganó cuatro premios en el Festival de Cannes, algo que nunca había sucedido: el Gran Premio del Jurado, el Premio del Jurado Ecuménico, el premio FIPRESCI y un premio especial a la contribución artística para Sven Nykvist.
Suecia: Premio Escarabajo de Oro a la Mejor Película del Año (1986).
Valladolid: Espiga de Oro (ex aequo), junto un premio especial a Sven Nykvist por la mejor fotografía, XXXI Semana de Cine de Valladollid (1986).
Sacrificio es el único guión que Tarkovski escribió sin la colaboración de otro coguionista. El descubrimiento de la fe es el tema principal de la película. Fue su última película. Muere a la edad de 54 años de cáncer pulmonar el 29 de diciembre de 1986, en parís.
Se puede conseguir en Tepito y Anexas.

Guillermo Samperio R

* Las cursivas en color púrpura son mías.

jueves, 26 de julio de 2012

R. S.


Para Rüdiger Safranski (seudónimo)

Me gusta que me busques como un ser sediento de magia y misticismo. Creo en la habilidad de transformar en sagrados los momentos cotidianos (bien lo escribía Mircea Eliade). Cambias mi imagen cada vez que me ves. Somos lo que ambos nos hemos imaginado en una noche larga y desvelada. Disfruto de esos encuentros esperados, en que los lapsos de ausencia posteriores son condimentos para la siguiente ocasión. Cuando regreses -si lo haces- prepararé mis fibras más sensibles para envolvernos de nuevo el uno al otro.

TICHENOR

Exhibe el Museo de la Ciudad de México una retrospectiva de la pintora surrealista

Dedican exposición al imaginario onírico de Bridget Tichenor

Es la primera que se organiza desde que falleció, hace 22 años

Da cuenta de la producción que realizó en los 37 años que vivió en México

Permanecerá hasta finales de agosto

Foto
En las pinturas de Tichenor se percibe inocencia, en criaturas entre fantásticas y mitológicasFoto María Luisa Severiano
Ángel Vargas
Periódico La Jornada
Domingo 15 de julio de 2012, p. 2

Es imposible resistirse a la provocadora imagen con la que abre el recorrido de la exposición Bridget Tichenor, que el Museo de la Ciudad de México dedica a esa pintora surrealista, la primera que se organiza desde su muerte, hace 22 años.

Se trata de un retrato gigante, en blanco y negro, en el que la singular artista luce un abrigo cuyo capuchón puntiagudo, similar a un sombrero de bruja, cubre su cabeza y realza la enigmática hermosura de su rostro. Una mirada retadora, entre irónica y seductora, la suya, es un anzuelo difícil de esquivar.

Inaugurada a finales de mayo, la retrospectiva da cuenta de manera exclusiva de la producción que Bridget Tichenor realizó durante sus 37 años de estancia en el país, adonde llegó por vez primera en 1947, invitada por su primo Edward James, y se estableció de manera definitiva en 1953.

Son 100 pinturas y 35 dibujos, provenientes de 18 colecciones privadas y del extranjero. Varias de esas piezas son exhibidas por vez primera al público. A ese material, se suma un video, realizado en 1985 por Tufic Makhlouf, en el que la pintora da pormenores de su vida y su obra.

La muestra está distribuida en cinco de las salas del histórico recinto, ubicado en Pino Suárez 30, Centro Histórico, adonde se mantendrá abierta hasta finales de agosto.

La primera sala, además de la mencionada fotografía, presenta una línea del tiempo, en la que se destacan los principales hechos y sucesos ocurridos en el mundo, el arte y la vida de la creadora, entre su año de nacimiento, en 1917, y el de su muerte, en 1990.

Así, el espectador se entera de que Bridget Tichenor nació en París, aunque poco después fue llevada a Londres; que su madre fue colaboradora de Coco Chanel y su padre, comentarista estadunidense de la NBC en la capital inglesa; y que desde muy niña comenzó a dibujar.

De igual manera, que al crecer y concluir sus estudios en arte, siempre estuvo vinculada con el grupo de surrealistas europeos, incluso cuando decidió residir en México, donde mantuvo amistad con Leonora Carrington y Remedios Varo, además de hacerse de la de Mathias Goeritz, Luis Barragán y Kati Horna, Pedro Friedeberg, Cristina Bremer y Lola Álvarez Bravo.

Otro detalle que se consigna en ese apartado es que la pintora vivió en realidad dos temporadas en nuestro país. La primera, entre 1953 y 1982, cuando decide regresar a Roma, tras la muerte de su único hijo. La segunda y definitiva, entre 1984, luego de que fallece el amigo que la invitó a la capital italiana, y hasta el momento de su muerte, en 1990, en su rancho, en Ario de Rosales, Michoacán.

Foto
La mirada de Bridget Tichenor, con influencia renacentista

La segunda sala de la exposición está dedicada a los dibujos de Bridget Tichenor, los cuales destacan por estar hechos de manera automática, algo muy propio del surrealismo.

A partir de una línea o un punto, se desarrollan trazos que generalmente no tienen una orientación ni un tema lógico. Son imágenes muy libres; las hay abstractas, pero también figurativas, con criaturas entre humanas y animales, muy oníricas; en otras, es indiscutible la influencia que tuvo de su mamá, como diseñadora de Coco Chanel.

Mientras la tercera sala está destinada a proyectar el mencionado video sobre la vida y la obra de la artista, en la cuarta es cuando el encanto del imaginario esotérico y surrealista –sub-realista, lo llamaba ella– de esta creadora termina por arrobar al espectador.

Son pinturas en las que se percibe cierto dejo de inocencia, mediante seres con cabeza y a veces hasta cuerpos de huevo, rostros sin definirse, criaturas entre fantásticas y mitológicas, cuyos colores alegres contrastan con los fondos escarpados y sombríos de sus paisajes y cielos.

Para concluir el recorrido, en la quinta habitación se puede apreciar una serie de cuadros en las que se advierte una indiscutible influencia de la pintura renacentista en el trabajo de la creadora.

Sobre todo, eso ocurre con una serie de retratos de personajes que evoca ese periodo artístico, aunque sin nunca perder el toque entre provocador y travieso, crítico del surrealismo.

Un aspecto de gran singularidad en la pintura de Bridget Tichenor radica en la profunda carga sicológica que imprime en los ojos de la mayoría de sus personajes, con miradas tan enigmáticas y retadoras como lo era la suya.

Pese a que gran parte de su estancia en México la pasó aislada en su rancho, la influencia de esta autora en la historia del arte nacional fue profunda tanto por su obra como por sus relaciones intelectuales, según se afirma en la presentación de la muestra.

En general, el núcleo surrealista cosmopolita exiliado en México durante la posguerra fue clave para el estímulo de una nueva generación de artistas que durante la segunda mitad del siglo XX propusieron desde México un arte distinto al de la dominante Escuela Mexicana, se precisa en el documento.

Esta nueva oleada incluyó pintores nacidos en el extranjero como Vlady Kibalchich, Pedro Friedeberg y Alan Glass. Bridget, quien permanece en México el resto de su vida, constituyó un vínculo vital entre los primeros surrealistas y esa nueva generación de artistas rebeldes.

martes, 24 de julio de 2012

lunes, 23 de julio de 2012

LA MARIPOSA AZUL




LA MARIPOSA AZUL






Había un viudo que vivía con sus dos hijas, curiosas e inteligentes. Las niñas siempre hacían muchas preguntas. A algunas de ellas, él sabía responder, a otras no. Como pretendía ofrecerles la mejor educación, mandó a las niñas de vacaciones con un sabio que vivía en una colina. El sabio siempre respondía a todas las preguntas sin siquiera dudar.

Impacientes con el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no sabría responder. Entonces, una de ellas apareció con una linda mariposa azul que usaría para engañar al sabio. Qué vas hacer ? preguntó la hermana. Voy a esconder la mariposa en mis manos y preguntarle al sabio si está viva o si está muerta. Si él dijese que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la aplastaré. Así cualquiera que sea su respuesta, será una respuesta equivocada.

Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando. Tengo aquí una mariposa azul. Digame sabio ¿está viva o muerta? Muy calmadamente, el sabio sonrió y respondió: ¡depende de tí...ella está en tus manos !

Autor desconocido

Del mismo modo que está en nuestras manos el destino de tantos seres inocentes que dependen de nuestras decisiones, por piedad y por respeto... ¡Tengamos siempre las manos abiertas a la vida!

Eliana Serrano

viernes, 13 de julio de 2012

■■■CAMINO PARA SALIR DEL CEMENTERIO■■■


Pintura de Bogdan Prystorm

Llueve incesantemente. Mientras, una mujer teje su propia vida. Entierra una traición inmerecida en un cementerio sin cruces ni luces de velas, sin rezos y sin palabras. Ella recuerda bien cuando se quedó sin sangre, o más bien, el día en que se le congeló dentro del cuerpo. Enterrada junto a la traición, quedo también la confianza. Esa tumba está cubierta por una fina gasa blanca, para evitar que ahí crezca la hierba.

Cerca de ese cementario oscuro hay un camino incierto. Ella llegará allá, pues la esperan manos amigas que no van a lastimarla.

martes, 10 de julio de 2012

R. S.

La noche del sábado me dijiste: "Si no fuera yo una persona que razona, pensaría que eres irreal", sé perfectamente que es un halago de tu parte (y sin saberlo tú, días atrás, escribí acerca de mis compañías imaginarias: fantasmas y dragones azules). Hoy, me dijo Marie que en ese texto, es a ella a quien describo. Marie, 'la viuda etérea y también eterna' y yo 'la mil veces negada'. Inexistentes, para quienes nunca supieron mirarnos. Llegará el día en que nos volveremos incorpóreas y volaremos invisibles al lado del viento. En el 101 y en el 102 ya no habrá nadie.


Para Rudiger Säfranski (seudónimo), que afortunadamente es real
Pintura de Laura Eyheramonho: Vientos del sur

viernes, 6 de julio de 2012

LOS GATOS Y LA LUNA


Cuenta la leyenda que los gatos salen de noche para adorar a su Luna: la gata madre, que con sus ojos blancos llena de luz sus corazones inquietos y que en sus colas guardan la magia del universo.


Copiado de Facebook
( no menciona quién es el autor
)

NOCHES

Las noches fueron hechas para escribir cuentos
Entrevista a David Martín del Campo

martes, 3 de julio de 2012

■■■PEQUEÑO DRAGÓN AZUL■■■falta ilustración


El silencio me habló sin palabras y se recostó a mi lado como un pequeño dragón con matices azules. Replegó sus alas transparentes y se quedó dormido. Lo acompañé en su sueño. Mi cojín era blando para que durmieran también mis fantasmas bajo mis cobijas, pegados a mi cuerpo. No era el momento para desear cercanía humana, ni en lo real ni en lo fantástico. Tal vez ya no me gustan los seres humanos porque no son de fiar; en cambio, los dragones y los fantasmas sí.

Transformo a voluntad mi mundo interior y aunque nunca vi una aurora boreal, la imagino en mi sueño. Entonces la desvanezco para hacer surgir un árbol con hojas de cristal. Cruzan en el cielo, como ráfagas, varios pájaros de negro plumaje. Mis imágenes también son mis premoniciones.

Contemplo lo que soy capaz de crear...
Por favor, que nadie se acerque, que nadie se atreva a contaminar la pureza de mi silencio.