martes, 25 de diciembre de 2012
sábado, 22 de diciembre de 2012
R. S.
Me dijiste que te ayudaba a ser una persona más buena.
Disipaste la niebla de mi alrededor,
me diste un beso en la piel, encima del corazón,
me trataste como a una reina;
cuando tropecé, me ayudaste a levantarme
como si se tratara de una figura de porcelana:
con delicadeza y cuidado.
Me abrazaste como nadie, como nunca.
En tu cuerpo me escondo, a la vez que me descubro.
viernes, 21 de diciembre de 2012
jueves, 20 de diciembre de 2012
domingo, 16 de diciembre de 2012
AROMAS
Primero he de expresar que me
gustan los nombres de las plantas. El sonido de cada palabra vegetal me
trae cada uno de sus aromas. Entre éstos, recuerdo la madreselva y el huele de
noche, que he plantado en los jardines. Para las plantas no hay misterio: atraen
a los insectos para favorecer su polinización, supongo. Para mí hay un
misterio: algo espiritual y atrayente en las plantas y sus aromas. Hoy el
misterio crece por que son las 4:30 de la mañana y tal vez esta hora es
favorable para que ronden los espíritus invisibles de los muertos a quienes he querido.
Cuando llevo a pasear a los
perros busco en un seto las flores secas de santa maría; tomo las semillas en mis manos y aspiro su fragancia,
al llegar frente al jardín que está frente a mi ventana les disperso cerca de
la tierra ente las otras plantas; han germinado y en varios lugares se notan
sus racimos de flores como pequeñas margaritas.
Últimamente fue el aroma de la citronella lo que acaparó mi atención,
la de Consuelo, la de Fernando y la de Raquel. En aromaterapia dicen que da
paz; además sus aceites esenciales ahuyentan a los mosquitos. Consuelo pone todas
las noches entre sus sábanas y ante la frescura del aroma comenta que le es muy
agradable conciliar el sueño. Cuando viene Fernando, pongo el aroma en la cama
de las estrellas y las mariposas (como nosotros le llamamos). A veces lo he
cubierto con hojas de hierbabuena.
Tengo un aceite de limón que se difunde al insertar,
dentro el frasco transparente once varas de bambú (número ritual) con sus
extremos hacia el exterior. Parece que un limonero en flor creciera en la recámara.
Mascamos semillas de cardamomo que refrescan nuestro aliento. También varitas de orozuz o regaliz (que es
exactamente lo mismo) para los mismos propósitos. En un puesto de hierbas y
cosas de brujería del Mercado de Coyoacán se consiguen.
Jerónimo hizo una fuerte esencia
de canela y la roció en mi
departamento. Los vecinos sintieron el aroma hasta el pasillo y llamó su atención. "¿De dónde sacaste ese olor que duró días y días"?
El aceite de flor de monoï de Tahití lo uso para dar masaje.
El aceite se calienta en contacto con mis manos y se expande. Los sentidos
cambian de dimensión.
Me baño con jabón de frambuesa cuando la economía lo permite
y es uno de mis lujos. Me relajo y deleito entre el agua, el aroma y el vapor.
A veces el ambiente no es tan poético
y evocador y es cuando mi entorno huele a perro, que asocio con cariño y que nada tiene que ver con los encantos de las plantas.
jueves, 13 de diciembre de 2012
miércoles, 12 de diciembre de 2012
domingo, 9 de diciembre de 2012
jueves, 6 de diciembre de 2012
MARCO
Marco Antonio Trovamala Descanse en Paz
Marco Antonio Trovamala,
Ciudad de México, 1944- 2012. Pintor autodidácta, desde 1968 inicio su
trabajo artistico exhibiendo su obra al público en distintas galerías y
museos nacionales e internacionales. En el período de 1997-98 fue
becario de la Fundación Pollock-Krasner de Nueva York, su trabajo abarca
diistintas series, técnicas y experimentación, nos deja un inmenso e importante legado al arte mexicano.
miércoles, 5 de diciembre de 2012
R. S.
http://www.youtube.com/watch? v=2cehkSxOLNA&feature=player_ embedded
Para Rudiger Safranski, (seudónimo)
lunes, 26 de noviembre de 2012
AMIGOS
POR UN MUNDO MEJOR
Cerca
de las costas de la ciudad de Van, un gato y un zorro se ven a menudo
jugando juntos. Un habitante de la zona dijo que primero los vieron
juntos compartiendo pescado. Después se hicieron amigos y ya llevan mas
de un año que se les ve pasear y jugar.
miércoles, 14 de noviembre de 2012
R. S.
Pasamos
demasiado tiempo tratando de ser,
tratando de conseguir,
tratando de llegar a algún lugar.
Llenamos con nuestra vanidad,
con nuestros deseos de grandeza
la maleta de los enseres inútiles.
Sumergido en un jacuzzi de Tlayacapan
pienso en todas aquellas cimas que jamás quise alcanzar,
en todas aquellas personas que jamás quise ser.
Podría, en este instante,
ser una mota de polvo,
menos que nada,
tirarlo todo por la borda,
y no me rasgaría las vestiduras.
Entre bocanada y bocanada de realidad
la sombra de Yolanda, que no es sino mi sombra,
bebe café conmigo y me explica
que las personas no somos más que un destello de luz,
que en el mundo sobra mucho miedo y falta mucho amor,
que las patrias son un engaño
y que es inútil buscar y buscar en lugares lejanos
lo que sólo podemos encontrar juntos.
Escrito y dedicado para mi por Rüdiger Safranski (seudónimo) 13 de noviembre de 2012
tratando de conseguir,
tratando de llegar a algún lugar.
Llenamos con nuestra vanidad,
con nuestros deseos de grandeza
la maleta de los enseres inútiles.
Sumergido en un jacuzzi de Tlayacapan
pienso en todas aquellas cimas que jamás quise alcanzar,
en todas aquellas personas que jamás quise ser.
Podría, en este instante,
ser una mota de polvo,
menos que nada,
tirarlo todo por la borda,
y no me rasgaría las vestiduras.
Entre bocanada y bocanada de realidad
la sombra de Yolanda, que no es sino mi sombra,
bebe café conmigo y me explica
que las personas no somos más que un destello de luz,
que en el mundo sobra mucho miedo y falta mucho amor,
que las patrias son un engaño
y que es inútil buscar y buscar en lugares lejanos
lo que sólo podemos encontrar juntos.
sábado, 3 de noviembre de 2012
VIVENCIA
No quiero escribir sobre el machismo porque siempre odié esa
etiqueta, pero quiero expresar algo que nuestra sociedad admite y está muy ligado a esa forma de ser.
No importa cómo se le llame, el asunto es cómo se refleja en varias relaciones de pareja (dizque de pareja), en las que el hombre tiene “una vida oculta” que no
comparte con su compañera. Su sustento ideológico reside en anhelos e intenciones que no le comunica. Aparentemente parece un asunto sutil e inofensivo; pero va más allá y es más profundo, pues ella ignora los rincones de su mente y de su corazón (oscuros y desconocidos para la mujer que es su contraparte; claros y conocidos para el hombre, al menos eso supongo). La considera como un ser inferior que no merece su confianza. ¿Para qué invitarla a su mundo? La mujer siente impotencia, ya que haga lo que haga, jamás la verá como una igual.
En breve, esa parte ideológica se cristalizará en acciones, en las que ella -posible o seguramente- no estará incluida porque lo importante para él es cumplir sus expectativas personales. Busca poder y control. Siempre niega un diálogo honesto que cuestione la relación, por lo que ella jamás tendrá la menor idea de lo que pasa por su mente... Yo lo viví, sin saber con certeza en lo que estaba involucrada. Miré fragmentos, pero fui tan ilusa que nunca pude ver el conjunto. Entonces, desde siempre, no hubo la tal pareja.
Los hombres que esconden su verdadero ser ante su compañera sentimental, aunque acompañen algunos pasos de ella, nunca se acercan realmente a su alma; jamás sentirán la más mínima culpa por el daño que hacen a su paso, ya que son personas taimadas, encubiertas y protegidas por una sociedad hipócrita. Estos hombres se envanecen y se aplauden a sí mismos ante otros: los que son como ellos.
Siguen adelante con su vida, orgullosos cuando muestran su carta de triunfo ante el mundo: caminaron encima de la mujer que confió en ellos. ¿No se darán cuenta que sólo repiten sin autocrítica la historia de sus padres y de sus abuelos? ¿La experiencia les sirve para ser mejores individuos? Por supuesto que no, pues sostienen su vida con una doble moral.
Hablan de la defensa de los derechos humanos, se indignan ante las injusticias sociales; pero son incapaces de mirarse a sí mismos. No veo diferencia, son exactamente iguales que aquellos a quienes critican. No tienen autoridad moral para opinar, por lo que caen en la inconsistencia y sus ideas (al menos ante mí) se desmoronan por completo. Es una pérdida de tiempo y un fastidio escucharlos.
Los tiempos que que los católicos asumían que la mujer no tenía alma parecen remotos, pero veo muchas similitudes con esta situación que aún prevalece. Si una mujer se relaciona con este tipo de hombres, el único resultado es estar siempre en desventaja.
Hoy, hasta donde mi inteligencia o experiencia lo permite,
evito a quienes en silencio carcomen la autoestima de una mujer y guardan en secreto su camino personal con celo egoista, mientras muestran con cinismo la cara que más les conviene.
El Budismo bien dice “tu enemigo es tu maestro”. Por mi parte agrego “si tu enemigo está disfrazado, es un mejor maestro aún”. Mis vivencias me han hecho aprender a agudizar mis sentidos ante alarmas aparentemente inofensivas, lo mismo que a desentrañar ciertas artimañas que muchas personas usan para salvaguardar su zona de comodidad.
¿Que lo que quiero es utópico? Creo que sí.
(Es indudable que también hay mujeres taimadas, incluso conocí a una muy de cerca. Sin embargo lo que arriba escribo, lo hago desde lo que viví hace unos años y fue un parteaguas de desencanto en mi vida)
El Budismo bien dice “tu enemigo es tu maestro”. Por mi parte agrego “si tu enemigo está disfrazado, es un mejor maestro aún”. Mis vivencias me han hecho aprender a agudizar mis sentidos ante alarmas aparentemente inofensivas, lo mismo que a desentrañar ciertas artimañas que muchas personas usan para salvaguardar su zona de comodidad.
¿Que lo que quiero es utópico? Creo que sí.
(Es indudable que también hay mujeres taimadas, incluso conocí a una muy de cerca. Sin embargo lo que arriba escribo, lo hago desde lo que viví hace unos años y fue un parteaguas de desencanto en mi vida)
GALEANO
¿PARA QUÉ SIRVE LA UTOPÍA? EDUARDO GALEANO
Dedicado a quien conocí como soñador utópico: Rüdiger Safranski (seudónimo)
Gracias Fausto, amigo mío, por haberme mandado este video
martes, 30 de octubre de 2012
POEMA
Dedicado a Rüdiger Safranski (seudónimo)
TUS CINCO TORITOS NEGROS
Contra mis cinco sentidos,
tus cinco toritos negros:
torito negro tus ojos,
torito negro tu pelo,
torito negro tu boca,
torito negro tu beso,
y el más negro de los cinco
tu cuerpo, torito negro.
Barreras puse a mis ojos,
tus ojos me las rompieron.
Barreras puse a mis manos,
les hizo sombra tu pelo.
Barreras puse a mi boca,
tu boca les prendió fuego.
Puse mi beso en barreras,
tu beso las hizo leño.
Y puse duras barreras
de zarzamora al recuerdo
y saltó sobre las zarzas
tu cuerpo, torito negro.
Deja, que no quiero verte.
Déjame que no te quiero.
tus ojos me las rompieron.
Barreras puse a mis manos,
les hizo sombra tu pelo.
Barreras puse a mi boca,
tu boca les prendió fuego.
Puse mi beso en barreras,
tu beso las hizo leño.
Y puse duras barreras
de zarzamora al recuerdo
y saltó sobre las zarzas
tu cuerpo, torito negro.
Deja, que no quiero verte.
Déjame que no te quiero.
Y luego monté mis ojos
sobre un caballo de miedo.
Tus ojos me perseguían
Como dos toritos negros.
Y luego metí mis manos
bajo un embozo de fuego;
tu pelo se me enredaba
como un torito negro.
Y luego junté mi boca
contra la cal de mi encierro.
Tu boca estaba acechando
igual que un torito negro.
Y luego mordí mi almohada
para contener mi beso,
tu beso me corneaba
igual que un torito negro.
sobre un caballo de miedo.
Tus ojos me perseguían
Como dos toritos negros.
Y luego metí mis manos
bajo un embozo de fuego;
tu pelo se me enredaba
como un torito negro.
Y luego junté mi boca
contra la cal de mi encierro.
Tu boca estaba acechando
igual que un torito negro.
Y luego mordí mi almohada
para contener mi beso,
tu beso me corneaba
igual que un torito negro.
Y luego arañé mi carne
de tentación y deseo
para que no me gritara
que yo te estaba queriendo.
Y tu cuerpo encandilado
mimbre, luna, bronce y fuego
se me plantó ante los ojos
igual que un torito negro.
Deja, que no quiero verte.
Déjame, que no te quiero
El aire del cuarto estaba
temblando con tu recuerdo.
Cien caballos por mis venas
a galope por mi cuerpo
y yo jinete sin rienda
luchando por contenerlos.
Cien herreros en mi boca
trabajando con mis besos,
y yo queriendo ser fragua
para poder deshacerlos.
Cien voces en mi garganta
gritándome que te quiero,
y yo, mentira infinita,
gritando que no te quiero.
Salí por aire al balcón...
me tropecé con el cielo.
Aquel cielo quieto y hondo,
verde, blanco, azul y negro,
igual que el de aquella noche
de nuestro primer encuentro
en que me hirieron, al paso,
tus cinco toritos negros.
Y me acordé de aquel aire
que jugaba con tu pelo
como un niño a quien le gustan
los caracolillos negros.
Y me acordé de aquel rayo
de luna, fino y torero,
que puso dos banderillas
de luz en tus ojos negros.
Y de aquel dolor de labios
que nos quedó de aquel beso,
y de aquel dolor de brazos
y de aquel dolor de huesos
y de aquella caracola
de amor, que quedó por dentro
como un mar de amor dormido:
... que te quiero... que te quiero...
Y se me escapó la voz;
grité: te quiero, te quiero.
de tentación y deseo
para que no me gritara
que yo te estaba queriendo.
Y tu cuerpo encandilado
mimbre, luna, bronce y fuego
se me plantó ante los ojos
igual que un torito negro.
Deja, que no quiero verte.
Déjame, que no te quiero
El aire del cuarto estaba
temblando con tu recuerdo.
Cien caballos por mis venas
a galope por mi cuerpo
y yo jinete sin rienda
luchando por contenerlos.
Cien herreros en mi boca
trabajando con mis besos,
y yo queriendo ser fragua
para poder deshacerlos.
Cien voces en mi garganta
gritándome que te quiero,
y yo, mentira infinita,
gritando que no te quiero.
Salí por aire al balcón...
me tropecé con el cielo.
Aquel cielo quieto y hondo,
verde, blanco, azul y negro,
igual que el de aquella noche
de nuestro primer encuentro
en que me hirieron, al paso,
tus cinco toritos negros.
Y me acordé de aquel aire
que jugaba con tu pelo
como un niño a quien le gustan
los caracolillos negros.
Y me acordé de aquel rayo
de luna, fino y torero,
que puso dos banderillas
de luz en tus ojos negros.
Y de aquel dolor de labios
que nos quedó de aquel beso,
y de aquel dolor de brazos
y de aquel dolor de huesos
y de aquella caracola
de amor, que quedó por dentro
como un mar de amor dormido:
... que te quiero... que te quiero...
Y se me escapó la voz;
grité: te quiero, te quiero.
Y ya no junté mi boca
contra la cal de mi encierro
y ya no mordí mi almohada
para contener mi beso,
y ya no metí mis manos
bajo un embozo de fuego.
Junté mi beso a tu boca,
junté mi boca a tu beso,
y otra vez aquel dolor
y aquel temblor de recuerdos
pensando en aquella noche
de nuestro primer encuentro.
Te quise siempre, te quise,
te quiero siempre, te quiero.
Aunque no puedo quererte,
Te quiero. Aunque no debo quererte,
Te quiero. Aunque en cunas de tu casa
Se está meciendo un almendro,
Te quiero. Aunque tú tienes dos lirios
Que se te cuelgan del cuello,
Te quiero, te quiero.
contra la cal de mi encierro
y ya no mordí mi almohada
para contener mi beso,
y ya no metí mis manos
bajo un embozo de fuego.
Junté mi beso a tu boca,
junté mi boca a tu beso,
y otra vez aquel dolor
y aquel temblor de recuerdos
pensando en aquella noche
de nuestro primer encuentro.
Te quise siempre, te quise,
te quiero siempre, te quiero.
Aunque no puedo quererte,
Te quiero. Aunque no debo quererte,
Te quiero. Aunque en cunas de tu casa
Se está meciendo un almendro,
Te quiero. Aunque tú tienes dos lirios
Que se te cuelgan del cuello,
Te quiero, te quiero.
Y aunque ponga más barreras
de zarzamora al reduerdo
para que nunca las salten
tus cinco toritos negros,
torito negro tus ojos,
torito negro tu pelo,
torito negro tu boca,
torito negro tu beso,
y el más negro de los cinco,
tu cuerpo, torito negro,
te quise siempre, te quise,
te quiero siempre, te quiero.
de zarzamora al reduerdo
para que nunca las salten
tus cinco toritos negros,
torito negro tus ojos,
torito negro tu pelo,
torito negro tu boca,
torito negro tu beso,
y el más negro de los cinco,
tu cuerpo, torito negro,
te quise siempre, te quise,
te quiero siempre, te quiero.
Manuel Benítez Carrasco
I
lunes, 29 de octubre de 2012
viernes, 26 de octubre de 2012
lunes, 22 de octubre de 2012
SAMPERIO
La Señorita Green
Esta era una mujer, una mujer verde, verde de pies a cabeza. No siempre fue verde, pero algún día comenzó a serlo.
No se crea que siempre fue verde por fuera, pero algún día comenzó a serlo, hasta que algún día fue verde por dentro y verde también por fuera. Tremenda calamidad para una mujer que en un tiempo lejano no fue verde.
No se crea que siempre fue verde por fuera, pero algún día comenzó a serlo, hasta que algún día fue verde por dentro y verde también por fuera. Tremenda calamidad para una mujer que en un tiempo lejano no fue verde.
Desde ese tiempo lejano hablaremos aquí.
La mujer verde vivió en una región donde abundaba la verde flora; pero lo verde de la flora no tuvo relación con lo verde de la mujer. Tenia muchos familiares; en ninguno de ellos había una gota de verde. Su padre, y sobre todo su madre, tenían unos grandes ojos cafés.
Ojos cafés que siempre vigilaron a la niña que algún día seria verde por fuera y por dentro verde. Ojos cafés cuando ella iba al baño, ojos cafés en sus dormitorio, ojos cafés en la escuela, ojos cafés en el parque y los paseos, y ojos cafés, en especial, cuando la niña hurgaba debajo de sus calzoncillos blancos de organdí. Ojos, ojos, ojos cafés en cualquier sitio.
Una tarde, mientras imaginaba que unos ojos cafés la perseguían, la niña se cayo del columpio y se raspo la rodilla. Se miro la herida y, entre escasas gotas de sangre, descubrió lo verde.
No podía creerlo; así que, a propósito, se raspo la otra rodilla y de nueva cuenta lo verde. Se tallo un cachete y verde. Se lleno de raspones y verde y verde y nada mas que verde por dentro. Desde luego que, una vez en su casa, los ojos cafés, verdes de ira, la nalguearon sobre la piel que escondía lo verde.
Mas que asustarse, la niña verde entristeció. Y, años después, se puso a un mas triste cuando se percato del primer lunar verde sobre uno de sus muslos. El lunar comenzó a crecer hasta que fue un lunar del tamaño de la jovencita. Muchos dermatólogos lucharon contra lo verde y todos fracasaron. Lo verde venia de otro lado. Verde se quedaría y verde se quedo. Verde asistió a la preparatoria, verde a la universidad, verde iba al cine y a los restoranes, y verde lloraba todas las noches.
Una semana antes de sus graduación, se puso a reflexionar ”los muchachos no me quieren porque temen que les pegue mi verdosidad; además, dicen que nuestros hijos podrían salir de un verde muy sucio, o verdes del todo. Me saludan de lejos y me gritan: `adiós, señorita Green` y me provocan las mas tristes verdes lagrimas. Pero desde este día usare sandalias azul cielo, aunque se enojen los ojos café. Y no me importara que me digan señorita Green porque llevare en los pies un color muy bonito”
Y así, esa misma noche, la mujer verde empezó a pasear luciendo unas zapatillas azules que les recordaban el mar y las tardes de cielo limpio a quienes las miraba. Aunque dijo `un color muy bonito` un tanto cursi y verdemente, sin imaginar lo que implicaba calzarse unas sandalias azules, la suerte le cambio.
Cuando la mujer verde pasaba por los callejones mas aburridos, la gente pensaba en peces extraños y en sirenas atractivas; una inesperada imaginación desamodorraba las casas.
-Gracias, Mujer Verde- le gritaban a su paso
Si la mujer verde salía a dar la vuelta en la madrugada, aquellos que padecían insomnio llenaban sus cabezas con aleteos alegres y cantos de aves y vuelos en cielos donde la calma reposaba en el horizonte; luego, dormían soñando que una mujer azul les acariciaba el pelo.
Pronto, la fama de la mujer verdiazul corrió por la ciudad, y todos deseaban desaburrirse, o curarse el insomnio, o tener sueños fantásticos, o viajar al fondo del cielo azul.
Una tarde, mientras la mujer verde descansaba en su casa, tocaron a la puerta. Ella se arregló su verde cabello y abrió. En el quicio de la puerta se encontraba un hombre, un hombre violeta, violeta de pies a cabeza. Se miraron a los ojos. La mujer verde vio un dragón encantador. El hombre violeta vio una cascada de peces. El hombre violeta se acercó a la mujer verde y la mujer verde se acercó al hombre violeta. Entonces, un dragón violeta voló hacia la cascada y ahí se puso a jugar hasta que se dejo ir en la corriente de peces, Luego cerraron la puerta.
Guillermo Samperio
miércoles, 17 de octubre de 2012
R. S.
Para Rüdiger Safranski -seudónimo-. Gracias por tocar mi cuerpo con la suavidad de tus dedos mágicos. Hoy está vivo de nuevo.
sábado, 29 de septiembre de 2012
sábado, 22 de septiembre de 2012
REQUIEM
Lo escribí hace un tiempo, es una situación simbólica (con un trasfondo real: si no, ¿de dónde surgiría?) Es necesario que me lo repita como si fuera un mantra:
Llueve
incesantemente. Mientras, una mujer teje su propia vida. Entierra una
traición inmerecida en un cementerio sin cruces ni luces de velas, sin
rezos y sin palabras. Ella recuerda bien cuando se quedó sin sangre, o
más bien el día en que se le congeló dentro del cuerpo. Enterrada
junto a la traición, quedo también la confianza. Esa tumba está cubierta
por una fina gasa blanca, para evitar que ahí crezca la hierba.
Cerca de ese cementario oscuro hay un camino incierto. Ella llegará allá, pues la esperan manos amigas que no van a lastimarla.
Cerca de ese cementario oscuro hay un camino incierto. Ella llegará allá, pues la esperan manos amigas que no van a lastimarla.
miércoles, 12 de septiembre de 2012
ESTRELLA
ESTRELLA FUGAZ
Somos amigas, ella es Cecilia Cao, maestra de los colores:
http://izu.mx/ceciliacao
Somos amigas, ella es Cecilia Cao, maestra de los colores:
http://izu.mx/ceciliacao
El color es un medio para ejercer influencia directa sobre el alma.
Kandinsky
sábado, 8 de septiembre de 2012
PUYA
COYOACÁN
El domingo estuve en Coyoacán, terminé mis seis sesiones de Taller de Budismo. Salí con nuevos ánimos y aprendizajes. En la foto está nuestro altar con la velas azules que pusimos cada uno de nosotros. Los mantras tuvieron mucha fuerza. La ceremonia de puya fue hermosa.
Después, visité un nuevo centro de artesanos en la plaza: colorido y creatividad. Me reconcilio. Espero poder desearle el bien a toda la gente.
jueves, 30 de agosto de 2012
GORDON
"La mirada de la imaginación, del conocimiento, de la compasión y la fraternidad abre puertas para transformar lo que vivimos."
José Gordon en: http://criticalnarrative.wordpress.com/2011/09/02/enajenados/
miércoles, 29 de agosto de 2012
IMPERMANENCIA
Todo termina, todo cambia... Estamos en la impermanencia. Sin embargo, a algunos nos cuesta perder el arraigo. Creo, sin embargo, que hay situaciones contra las que nada podemos hacer, y otras en las que la transformación está en nuestras manos. En este último caso existe una responsabilidad personal de cómo queremos hacer la transición. En las relaciones amistosas y amorosas, por lo general hay un desfase y eso no sólo lo expreso yo, sino es el eje narrativo de mi novela favorita: El cuarteto de Alejandría de Laurence Durrell. Creo que siempre es preciso preguntarse las consecuencias que pueden provocar nuestros actos en las demás personas. Es cuestión de integridad personal.
Tal vez algunos tengamos una naturaleza de alimaña o de batracio como como en el caso de la fábula El escorpión y la rana*, pero creo firmemente que también tenemos la posibilidad de tomar decisiones y de ser responsables de éstas. Imposible situarnos en lo blanco o en lo negro: sino en la posibilidad de elección de los grises intermedios... La cuestión es tratar de saber a quiénes queremos conservar y cuidar como compañía en el camino que elegimos.
Tal vez algunos tengamos una naturaleza de alimaña o de batracio como como en el caso de la fábula El escorpión y la rana*, pero creo firmemente que también tenemos la posibilidad de tomar decisiones y de ser responsables de éstas. Imposible situarnos en lo blanco o en lo negro: sino en la posibilidad de elección de los grises intermedios... La cuestión es tratar de saber a quiénes queremos conservar y cuidar como compañía en el camino que elegimos.
*Fabula hindú del Panchatantara (Siglo XXX A.C.)
domingo, 26 de agosto de 2012
BUDISMO
Tengo ganas de escribir tonterías. Es incómodísima la postura para practicar la meditación budista. No entiendo cómo al iluminado Buda se le ocurrió. Después de pasar dos horas así, sentí como si me hubieran apaleado. Además, cuando había que sentir mi cuerpo y mi respiración imaginé una fantasía erótica con alguien que me inspira y esa no era la tarea. Por otro lado, había que desearle a todo el mundo que estuviera bien. Obedecí, pero a muchas personas les antepuse un adjetivo: entonces supongo que mi deseo no les sirvió de nada. Creo que soy pésima para desear un bienestar universal. Sólo se los puedo desear de corazón a quienes tienen valores éticos y los practican, a los niños y a todos los animales y plantas del mundo. Comienzo a dudar que yo pueda ser budista, pero seguiré intentándolo.
sábado, 25 de agosto de 2012
P. BRITÁNICA
En la hermosa película británica EL EXÓTICO HOTEL MARIGOLD repiten un dicho hindú casi como un hilo conductor que nos lleva a lo que sucederá con los personajes: "Las cosas están bien hasta que terminan, si no, es que aún no han terminado". Lo parafraseo: "Las situaciones están en paz, hasta que es posible ver todo lo demás que ofrece el camino: significa que por fin hemos sido capaces de cerrar los ciclos inconconclusos ".
(Tarea difícil, pero posible)
miércoles, 22 de agosto de 2012
martes, 14 de agosto de 2012
MANNING
lunes, 13 de agosto de 2012
domingo, 12 de agosto de 2012
DESPEDIDA / SÁTIRA
LA MEJOR DESPEDIDA
Hoy quise que nos tomáramos juntos un café. En realidad, lo que quiero es hablar contigo. Como te darás cuenta, te estoy mirando a los ojos porque no quiero esconder nada. Lo que voy a decirte es duro, pero te respeto, lo mismo que a mi mismo. No quiero engañarte: amo a otra mujer. Aún si no la amara, mi interés por ti ya no es el mismo y de seguro pronto buscaría la compañía de otra persona.
Sé que esto te causará dolor, pero pienso en las consecuencias que de aquí en adelante podrían tener mis actos. Por los muchos años que estuviste conmigo, aún te tengo cariño y ésta es una manera de tomarte en cuenta y tener consideración para tus sentimientos. Ocultar es muy fácil, pero no quiero irme por ese camino; por eso he reunido el valor para hablarte frente a frente. Por ahora sé que te duele y miro tus lágrimas, pero te aseguro que en un futuro tú me verás como una persona honesta. Quiero que así me recuerdes. No deseo construir mi vida sobre una montaña de mentiras, que a la larga pueda terminar volteándose en mi contra. Tampoco quiero vivir con la vergüenza de haber usado a una persona por anteponer mi egoísmo. Es posible que ya no podamos ser amigos, pero quiero preservar tu integridad emocional lo más posible porque lo mereces y en un tiempo te quise. Deseo que mi sinceridad te ayude a conservar los buenos recuerdos en mi compañía, sin que los empañes con rencor.
El amor es temporal, al menos para mí y a la larga apreciarás el valor que tuve para enfrentar esta situación y sabrás que siempre te respeté y tomé en cuenta tus sentimientos.
TICHENOR
Bridget Tichenor
Hoy estuve en la exposición del MUNAL/Surrealismo/Vasos comunicantes:
http://www.munal.com.mx/Surrealismo
¡Excelente muestra internacional entre la que hay obras Magritte, Delvaux, Ernst, entre otros! La idea de los Vasos Comunicantes y el Cadáver Exquisito está muy bien lograda.
Después visité el Museo de la Cuidad de México para conocer a otra artista de esta misma corriente: Bridget Tichenor. ¡Quedé cautivada con su obra, pues tiene la delicadeza de Remedios Varo y de Leonora Carrington, pero es completamente diferente! Su mundo interno y sus personajes son alucinantes, dotados de una belleza y asombro especial en la mirada. Hay ojos expresivos por todos lados. Como las otras dos surrealistas, se rodea de diversas especies del mundo animal, humanizados muchas de las veces.
http://www.munal.com.mx/Surrealismo
¡Excelente muestra internacional entre la que hay obras Magritte, Delvaux, Ernst, entre otros! La idea de los Vasos Comunicantes y el Cadáver Exquisito está muy bien lograda.
Después visité el Museo de la Cuidad de México para conocer a otra artista de esta misma corriente: Bridget Tichenor. ¡Quedé cautivada con su obra, pues tiene la delicadeza de Remedios Varo y de Leonora Carrington, pero es completamente diferente! Su mundo interno y sus personajes son alucinantes, dotados de una belleza y asombro especial en la mirada. Hay ojos expresivos por todos lados. Como las otras dos surrealistas, se rodea de diversas especies del mundo animal, humanizados muchas de las veces.
miércoles, 8 de agosto de 2012
EL SEÑOR
En la imaginación de Tolkien vivió El señor de los anillos y en la de Golding
El señor de las moscas, pero entre más trancurre el tiempo
y más cosas sé, me doy cuenta que en la realidad existe otro señor menos peculiar y más nocivo, se trata de:
El señor de las mentiras
martes, 7 de agosto de 2012
MAESTRO
Estuve en una meditación budista y me llamó la atención la frase "mira a tu enemigo como tu maestro" (aclaro que para mi los hipócritas también son enemigos, pero enmascarados). He acomodado esa frase a mi vida y empieza a tener sentido... Entonces la extiendo también hacia las situaciones adversas.
Reflexiono y supongo que es imposible que suceda cuando el enemigo o la situación apenas se presenta; pero creo que cuando se sedimenta y ha pasado cierto tiempo puede verse así... Para entonces ya es posible preguntarse con serenidad: ¿qué aprendí de esto?
Reflexiono y supongo que es imposible que suceda cuando el enemigo o la situación apenas se presenta; pero creo que cuando se sedimenta y ha pasado cierto tiempo puede verse así... Para entonces ya es posible preguntarse con serenidad: ¿qué aprendí de esto?
lunes, 6 de agosto de 2012
viernes, 3 de agosto de 2012
jueves, 2 de agosto de 2012
martes, 31 de julio de 2012
SAMPERIO
"Si no te hubieras ido"
por Guillermo Samperio
por Guillermo Samperio
"Te extraño más que nunca
y no sé qué hacer…la gente pasa
y pasa siempre tan igual…"
del Buky por el grupo “Maná”
Eres maga o ¿qué?, por qué te haz desaparecido así como moneda que yo hubiera lanzado al aire y en la altura se hubiera disuelto. Tengo días pensando en ti, te lo juro, he tenido viajes, trabajo mal pagado y sólo escucho una canción. Te extraño más que nunca y no sé qué hacer; el montoncito negro que dejaron tus medias fuera del clóset sigue allí. Por la noche lo veo caminar hasta la cama, sube a las cobijas y me camina hasta la cara, siento que me va a clavar los colmillos y regresa a su lugar. Tu falda verde subido, la de la abertura en tu pierna izquierda, continúa colgada en el baño, lo mismo que tu blusa verde bajado, pero ambas están en el mismo lugar y casi hablan quedo, muy quedo, con palabras vegetales. Despierto y te recuerdo al amanecer: me espera otro día por vivir sin ti.
Salgo a la calle hacia la estación del metro y la gente pasa y pasa siempre tan igual, sus caras grises, sus bolsos y portafolios negros; el cielo es plomizo a diario, no llueve pero nunca termina de salir el sol. Elijo subirme en un microbús pero, antes de llegar a la esquina de los microbuses, un grupo de cebras se pasa el alto; no veo a ningún policía para que las infraccionen ni a ningún cazador del África para que les lance una red de plomo como las nubes que ahorita se expanden como trampa.
Me doy cuenta de que estoy detenido ante la tienda delgada donde venden anteojos, volteo y distingo que el espejo no engaña: me veo tan diferente; por el mismo espejo distingo que sobre Cuauhtémoc transita un tren de acero ceniciento y giro para verlo de frente: trae escrito sobre la trompa curva Destination en letras rojas y una sombra ultranegra en cada grafía. ¿Por qué en inglés, mi vida, por qué sin rieles-hierros donde las ruedas se puedan deslizar y no lancen ese humo refulgente entre chispas de estrellas fugaces, si es una locomotora tan vieja, tan con su escalera a un costado, tan con su lámpara circular en el centro de la trompa, lanzando un haz de tonalidades verdosas como tu falda y tu blusa? ¿Quiere decir que me haces falta tú? ¿El ritmo de la vida me parece mal; era tan diferente cuando estabas tú? Sí que era diferente cuando estabas tú; para qué me hago estas preguntas tan llenas de volutas de humo del tabaco que voy fumando, cigarro extralargo. A la cuadra siguiente veo que la Destination se lleva entre las patas-ruedas a cuatro o cinco carros y un par de camionetas, una de las cuales es de presos que llevaban al Centro de Readaptación Social, es decir el tipo de cárceles más tremendas de México a diferencia de las de Estambul, las cuales son retetremendas. Ahora que digo esto y un cocodrilo de plata me ensucia los zapatos beige con su limo metálico, no hay nada más difícil que vivir sin ti, ¡no! Allí están los zopilotes girando en tiovivo celeste: ¿Van por los muertos que dejó la locomotora o vienen por mis tripas y mis sueños y mi deseo por ti que se escurre tras mí como sangre de tela? Tanto he hablado contigo y conmigo, es decir con nadie, que siento arena sombría en los párpados y eso que traigo mis lentes rojos, un poco para darle un toque de gusto hipócrita a mi cara, sufriendo en la espera de verte llegar. Por lo menos no le hablo a los postes ni a los autos ni a las mujeres feas; bueno no es que estén feas, la mayoría sí, pero las otras sin ser feas me son feas porque el frío de mi cuerpo pregunta por ti y eso que siento calor a pesar de ese maldito cielo nublado y la ausencia de policías y la presencia de cebras y el tren y los zopilotes y el cocodrilo y las feas.
Me llegan flashazos de tu estatura, con botas eras más alta que yo y me gustaba el asunto. Fuiste puras sorpresas, al bajarte las faldas y hacerse un rugoso charco gris y violeta, tu cadera y tu culo, para lo que me había imaginado, eran más grandes; eras toda desproporción ante mis pigmeas imaginaciones solitarias y tus piernas gruesas hasta los tobillos y uno de tus dedos del pie derecho con anillo de plata y, regresando, tus senos más que generosos (siempre me miraban); entonces, supuse que eras hechicera: vestida = delgada; desvestida = buenérrima. Y tus ojos entre cafés y verdes y tu cuello largo y tu cabellera arreglada desarreglada; no no no, en cualquier momento tu figura me cambiaba el imaginario. La vez que te arreglaste con ese sombrero de los años 30s y yo estaba en pijama, casi nos morimos: yo de vergüenza y tu de coraje; ah y te pusiste un abrigo ligero de época, a lo Louise Brooks, la que traigo tatuada. Sacaste una pistola escuadra 38 por cada ojo y quedé todo agujereado antes de irme a bañar. Mientras me caía el agua tibia (se nos había acabado el gas) pensé en tu piel blanquísima como la de las mujeres del Este europeo; lástima que tuvieras las mismas veleidades de ellas.
Estoy aquí detenido, a unos metros de la esquina, tengo que ir a dar una clase de literatura y voy a llegar tarde o a lo mejor no llego, pero sin metálico la cosa va a ser peor porque no te dije que tus zapatos rojos, los de tacón alto, se quedaron al pie del sofá negro, junto a la mesa de madera de patas redondas donde aviento los siete dados para jugar el juego que inventé y del cual nunca pueden salir dos pókares, y tus zapatos como aves rojizas, muy pispiretos, muy de pie y toda la cosa, pero al fin como zapatos de tacón rojos que te estuvieran esperando de un momento a otro, como si dijeran entre ellos ahorita, ya mero, en este instante va entrar descalza y va a venir directa hacia nosotros y sentiremos entrar primero sus dedos blancos y frescos que traen un anillo plateado, luego su planta brisa y después sentiremos cómo los talones entre rojizos y muy blancos intentan meterse en nosotros hasta que al fin nos habitan y empezamos a caminar sin ningún sentido, como inspeccionando el departamento para ver qué hubo en estos días en que los pies no estuvieron; y no sé dónde estás. La gente pasa y pasa siempre tan igual; el rito de la vida me parece mal. Me encamino hacia la esquina sin importarme que una manada de jabalíes pasen entre mis piernas y casi me lancen al suelo, pero unos dos metros adelante arrojan al piso y revuelcan a la viejita, la que siempre anda de negro, la que vive en el piso de abajo a la derecha, subiendo las escaleras, la revuelcan, la cornamentan, le hacen tiras el vestido y enseña esas horribles medias cafés con leche oscuras y esas elásticas ligas gruesas y rojas que las detienen arriba de sus rodillas y eso calzones blancos –ahora medio grises por la revolcada— como de algodón abombado y una como faja color carne que debe ser ortopédica porque la viejita es demasiado flaca.
Unos tres pasos y estoy ya frente a ella, la tomo por las axilas, la pongo en pie, la miro de frente, gracias, señor, me dice, pero tiene una cara de satisfacción como si de pronto la hubieran violado los borrachos que se juntan en la otra esquina; dónde están esos muchachos, me pregunta, y me doy cuenta de que le hacen falta sus lentes y que están allí, a dos pasos, los recojo, ah, dice, es usted, señor Guillóm, gracias, gracias, agrega, se da la vuelta y va de regreso al edificio, creo que ya no iré a la iglesia, por hoy ha sido ya una gran aventura, termina por decir como para ella misma; al reiniciar mi camino veo tiradas y hechas trizas a otras viejitas y pienso que es mejor que disfruten en el suelo y que la iglesia se vacíe por el día de hoy y que el párroco se quede con las ganas de darles las hostias blancas que siempre les mete en la boca y que ellas chupan con deleite celestial; si no te hubieras ido, sería tan feliz.
Era tan diferente cuando estabas tú, la avenida incluso tenía otra cara, llena de amapolas, de tigres que saltaban desde los techos de las tiendas y las jirafas jugando a enredar sus cuellos como si fueran acertijos, las ranas y los camaleones rojos metiéndose en las bolsas del mandado de las señoras jóvenes y tú y yo riéndonos, sabiendo el susto que se iban a llevar cuando intentaran sacar los jitomates, las cebollas y las otras cosas que habrían adquirido en el mercado, como filetes de pescado o de res, ajos, naranjas y limones y en medio un camaleón o una rana que se les subiría a la espalda y luego los gritos de sorpresa por aquí, por allá, por acullá y por el Aconcáhuac. Y ahora me vienen a la memoria tus otros zapatos de tacón, los que te ponías para las fiestas en jardines o junto a las albercas, esos confeccionados con trozos de piel amarilla, café claro, naranja, rojo, sepia, negra, azul pálido, café oscuro, elegantes ellos, ya que los trozos de piel están medio granulados, pero esos no los veo por ningún sitio, me vinieron ahorita a la cabeza, sí que era diferente cuando estabas tú; no hay nada más difícil que vivir sin ti, ¡no! Y el día se oscurece, surge una parvada de halcones sobre el edificio y, junto a ellos, mantarrayas celestes y murciélagos negro-rojos y albinos, me punzan el corazón y los riñones y me duelen los pies y el duodeno y la aorta, amor, dónde estarás, manda un símbolo, verde o amarillo o rojo, que vea un cardenal entre tanto avechucho tenebroso, el hígado y el cerebelo, el pulmón izquierdo y el brazo derecho, sufriendo en la espera de verte llegar, el duodeno y las meninges, recordando que tampoco he visto la maleta de cuero miel con esquinas metálicas, la que era mía, y que cuando te di la clave de la cerradura sentí escalofrío, los cartílagos y el diafragma, el frío de mi cuerpo pregunta por ti y no sé dónde estás, cucarachas por la banqueta y escarabajos negros revoloteando, la dermis y la bóveda craneal, zopilotes y águilas que por su fabulosa cantidad tapan las nubes grises, la maleta de cuero miel, hormigas rojas del Amazonas, la clave de la cerradura, ratas embarazadas, no hay nada más difícil que vivir sin ti, las esquinas metálicas, bronquios, cuero rojo, diafragma, puercos espines, falta de respiración, la mascada de la India, sufriendo en la espera de verte llegar y no sé dónde estás, el juego de ropa interior amarillito, elefantes negros, ballenas con alas que destrozan las casas, la tráquea se me empieza a colapsar, la clave, si no te hubieras ido sería tan feliz, maxilares, páncreas, panteras que saltan hacia la gente, el corazón que se me está deteniendo, da pálpitos, algún brinco, si no te hubieras ido, el corazón, los perros callejeros me olisquean, me caigo como tabla, siento que la sangre escurre de nariz y mis labios, hormigas negras entran por los resquicios de mi nariz, corazón, el canto de la sirena de una ambu…
domingo, 29 de julio de 2012
REX
P. soviética
Película: “El Sacrificio”, de Andrei Tarkowsky, el mejor filme que cierra el siglo XX y no se sabe si
haya otro, en el XXI, que lo supere
por Guillermo Samperio
*
Sacrificio narra, en principio, la historia de Alexander, un hombre al parecer agnóstico, escritor, conocedor del arte, exactor, que vive aislado en una casa de una solitaria isla sueca. El día de su cumpleaños se encuentra plantando un árbol con su hijo enfermo de la garganta y no habla; la fecha es 18 de junio de 1985. Lo visita un amigo suyo, Otto, el cartero un hombre recolector de historias extrañas, un tanto del “más allá”. Mientras la familia se reúne para celebrarlo (la esposa, al parecer la hija y un médico que llega con ellas), Alexander está afligido por la pérdida de espiritualidad que asola al mundo contemporáneo (estamos hablando de 1985, fecha de la película, aunque el guión lo tuvo Tarkosky quizá unos siete años). Sus temores demuestran estar fundados cuando, durante el día, llega la noticia de un imperioso conflicto nuclear: A partir de ese momento, Alexander está dispuesto a sacrificarse por toda la humanidad, prometiendo a Dios que abandonará sus bienes y renunciará a su propio hijo si concede otra oportunidad al mundo. El final definitivo e irreversible está cerca. Su peculiar amigo el cartero acaba convenciéndole de que una de sus criadas es una mujer con poderes extraordinarios y que tiene el poder de salvar al mundo mediante un último sacrificio: la unión sexual con ella.
La destrucción de la Tierra aterra a Alexander; ante el inminente fin todo parece perdido, no hay forma racional de detener lo que la razón y las ciencias provocaron. Él recurre a la oración e implora; en forma doliente reza “El padre nuestro” y otorga en sacrificio a su familia y a su adorado hijo (aquí nos remite al sacrificio de Abraham); pero no es suficiente y tiene que sacrificar su formación lógica-intelectual y creer en algo mucho más básico y tradicional. La unión con María salva a la humanidad. Después de esto, Alexander quema su casa en aparente locura y renuncia a su hijo como lo prometió.
*
El sacrificio es una película sobre la ausencia de espiritualidad en nuestro mundo y la predominancia de las ciencias y la tecnología
En la cinta los personajes deambulan como conciencias extraviadas y obsesivas, lo notamos al ver que no hay planos cercanos a ellos, sino sólo en crisis, en un disturbio. La cámara se sitúa a distancia, las expresiones de ellos son lo que menos importan, es el momento lo que nos mantiene para ver el desenlace.
La historia del árbol seco que florece, con la cual inicia la película, los Japoneses lo llamarían ikebana; es importante porque nos remite a la humanidad sin espíritu y sólo florecerá cuando alguien con fe cambié. Y ese alguien, en rigor, sería el cambio de dirección que lleva la humanidad hasta nuestros días. En sí las religiones establecidas, como el catolicismo o el protestantismo, entre no pocas, forman parte del sistema de destrucción de la Tierra, son cómplices de la concentración de capital y de las construcciones monstruosas, de las que incluso los árabes, el Islam, son cómplices.
Los componentes principales del largometraje son, sin duda alguna, en primera instancia la Espiritualidad en diversas manifestaciones, principal ingrediente junto con la fe japonesa de la película:
-Vemos al Alexander recurrir a la oración.
-El Cartero el que trae “la buena nueva”, entre enviado y arcángel.
- Alexander sacrifica su formación lógica-intelectual inducido por Otto, el cartero y recolector de circunstancias paranormales llevando en su haber 284 experiencias. Quien convence a Alexander de hacer el amor con María, una de las dos sirvientas, aludiendo que ella es bruja. Este momento es sublime y se muestra una escena hermosísima: los cuerpos flotan, haciendo una alianza intelectual, religiosa y pagana *. Esta unión conducirá a una humanidad genuina, única como anhela Alexander y así poder salvarla. Aquí nos remite al nacimiento de Jesús en el nuevo surgimiento.
(citas bíblicas Juan 18:38, Mateo 6:9-13)
El silencio: en la cinta vemos un silencio prolongado en la mayoría de las escenas. El principal silencio es el de su hijo mudo, debido a una operación. Alexander está condenado a las palabras y por lo tanto a la angustia. Esto lo vemos claro en la plática con su hijo y se mete tan lleno en su pensar externando “que el mundo es inminente y que el hombre ha perdido su espiritualidad en pos de la razón y la civilización”. Pierde de vista en unos segundos a su pequeño; al darse cuenta se angustia, ya que su pensar existencialista lo cegó ante el silencio de su hijo quien es el único que lo escucha. El silencio reina en cada uno de los personajes.
El tiempo: no se define con nitidez en la cinta; las tomas son largas y duran mucho, hay planos fijos, los personajes utilizan monólogos que son extensos, el color en la fotografía (extraordinario) hace uso de tonos apagados, texturas muy marcadas y claroscuros. La mayor parte de la película se desarrolla en el exterior. Cada toma nos hipnotiza y hace que separemos el sueño, el momento y lo real. Pero la fotografía es la única que nos da el tiempo transcurrido de esas doce horas que tiene Alexander; la profundidad del campo captada por los movimientos suaves de la cámara nos provoca un estado de contemplación, pero a la misma vez un vacío. Y el tiempo es detenido hasta el momento del sacrificio. Como el nuevo amanecer y la cinta toma un color claro.
*
Simbolismo: Desde el inicio de la película encontramos varios simbolismos: uno de ellos aparece en el comienzo y en varias escenas del largometraje: es el cuadro de “La adoración de los Reyes Magos” de Leonardo da Vinci. Durante los créditos, se mantiene la figura de un niño de pie cuya rostro es horrible; cuando están terminando los crédito sube la cámara y al fin vemos al “niño” bello, lo cual crea contraste entre ambos pequeños y el simbolismo podría apuntar a que de la “maldad” de los judíos y, por tanto, de los romanos advendrá una época de serenidad para la humanidad. Además, en torno de la adoración del niño dios, se está generando una batalla a caballo, en la que la cámara no se detiene, sino que sólo la registra. Sin embargo, casi terminando los créditos de inició, aparece la fronda de un árbol en realidad hermoso, además del cielo límpido y de inmediato se ve a Alexander al lado de su hijo pequeño plantando un árbol que no tiene raíces y el padre le dice al niño que si durante más 17 años se riega a diario a tal árbol en una hora exacta, el árbol echará raíces y vivirá, lo cual implicaría una disciplina.
En el inicio, parece una locura.
*
La música importantísima a lo largo del filme: "Erbarmedichmein Gott" de Johann Sebastian Bach. “Señor ten piedad de mí” También escuchamos a Watazumido-Shusocon, su flauta de bambú japonesa y un canto tradicional sueco.
El nombre de María, la unión de ella y Alexander, el silencio, el orar y el creer de el que con su fe salva a la humanidad.
La escena de la quema de su casa él se pone kimono, muestra el yin y el yan y laborra todo pasado para que la familia tenga o tome una dirección de su vida, junto con víctor (su doctor) y sobre todo en su aparente locura también sacrifica a su hijo quien simboliza el estado más natural cercano de él.Ese fuego purificador que aparece al final arde toda su vida anterior, pero poco importa, pues el mundo vuelve a caminar y se ha salvado gracias a un solo hombre, que ahora, en consecuencia, debe cumplir la promesa hecha a Dios y renunciar a todo, incluso a su hijo.
El niño acurrucado en el árbol cerco (que representa a la humanidad marchita sin fe), mientras él representa el nuevo humanismo ya con el acto de fe al regar el árbol seco recupera su voz y las palabras de su progenitor salen de su boca infantil “ Y primero fue el verbo ¿por qué papá? La emoción emana y es en este momento que la cámara capta todos los símbolos y nos muestra los momentos únicos de la película: la copa del árbol, el agua, la humanidad y la naturaleza.El metraje empieza y acaba en un mismo espacio, junto al lago la cámara se desplaza hacia los lados vemos lo terrenal mientras en un segundo plano vemos lo espiritual: el árbol y se eleva.
El niño se convierte en adulto al asumir el papel del monje mencionado por su padre, invirtiendo los papeles en el que el niño se vuelve adulto. Por lo tamto el niño es el padre de su padre vuelto niño.
*
La locura aparente de Alexander concluye con el sentir de que gracias a su sacrificio, el mundo tendrá espiritualidad y la esperanza de ver otro amanecer.
El sacrificio es una obra maestra que nos permite explorar la espiritualidad del alma. Es un momento alucinado, entre la vigilia y el sueño y sobre todo que nada parece real Cada personaje juega un papel importantísimo para comprender el sacrificio, todos los personajes tienen un rol importante de interpretación: hay desolación, añoranza y deseos de un cambio en cada uno.
*
FICHA
Año de producción: 1986
País: Francia, Reino Unido, Suecia
Rodada en Gotland, Suecia,
Dirección: Andrei Tarkovsky
Intérpretes: Erland Josephson, Susan Fleetwood, Allan Edwall, GuòrúnGísladóttir, Sven Wollter, ValérieMairesse, FilippaFranzén
Guión: AndreiTarkovsky
Fotografía: Sven Nykvist
Duración: 149 min.
Ganó cuatro premios en el Festival de Cannes, algo que nunca había sucedido: el Gran Premio del Jurado, el Premio del Jurado Ecuménico, el premio FIPRESCI y un premio especial a la contribución artística para Sven Nykvist.
Suecia: Premio Escarabajo de Oro a la Mejor Película del Año (1986).
Valladolid: Espiga de Oro (ex aequo), junto un premio especial a Sven Nykvist por la mejor fotografía, XXXI Semana de Cine de Valladollid (1986).
Sacrificio es el único guión que Tarkovski escribió sin la colaboración de otro coguionista. El descubrimiento de la fe es el tema principal de la película. Fue su última película. Muere a la edad de 54 años de cáncer pulmonar el 29 de diciembre de 1986, en parís.
Se puede conseguir en Tepito y Anexas.
haya otro, en el XXI, que lo supere
por Guillermo Samperio
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Sacrificio narra, en principio, la historia de Alexander, un hombre al parecer agnóstico, escritor, conocedor del arte, exactor, que vive aislado en una casa de una solitaria isla sueca. El día de su cumpleaños se encuentra plantando un árbol con su hijo enfermo de la garganta y no habla; la fecha es 18 de junio de 1985. Lo visita un amigo suyo, Otto, el cartero un hombre recolector de historias extrañas, un tanto del “más allá”. Mientras la familia se reúne para celebrarlo (la esposa, al parecer la hija y un médico que llega con ellas), Alexander está afligido por la pérdida de espiritualidad que asola al mundo contemporáneo (estamos hablando de 1985, fecha de la película, aunque el guión lo tuvo Tarkosky quizá unos siete años). Sus temores demuestran estar fundados cuando, durante el día, llega la noticia de un imperioso conflicto nuclear: A partir de ese momento, Alexander está dispuesto a sacrificarse por toda la humanidad, prometiendo a Dios que abandonará sus bienes y renunciará a su propio hijo si concede otra oportunidad al mundo. El final definitivo e irreversible está cerca. Su peculiar amigo el cartero acaba convenciéndole de que una de sus criadas es una mujer con poderes extraordinarios y que tiene el poder de salvar al mundo mediante un último sacrificio: la unión sexual con ella.
La destrucción de la Tierra aterra a Alexander; ante el inminente fin todo parece perdido, no hay forma racional de detener lo que la razón y las ciencias provocaron. Él recurre a la oración e implora; en forma doliente reza “El padre nuestro” y otorga en sacrificio a su familia y a su adorado hijo (aquí nos remite al sacrificio de Abraham); pero no es suficiente y tiene que sacrificar su formación lógica-intelectual y creer en algo mucho más básico y tradicional. La unión con María salva a la humanidad. Después de esto, Alexander quema su casa en aparente locura y renuncia a su hijo como lo prometió.
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El sacrificio es una película sobre la ausencia de espiritualidad en nuestro mundo y la predominancia de las ciencias y la tecnología
En la cinta los personajes deambulan como conciencias extraviadas y obsesivas, lo notamos al ver que no hay planos cercanos a ellos, sino sólo en crisis, en un disturbio. La cámara se sitúa a distancia, las expresiones de ellos son lo que menos importan, es el momento lo que nos mantiene para ver el desenlace.
La historia del árbol seco que florece, con la cual inicia la película, los Japoneses lo llamarían ikebana; es importante porque nos remite a la humanidad sin espíritu y sólo florecerá cuando alguien con fe cambié. Y ese alguien, en rigor, sería el cambio de dirección que lleva la humanidad hasta nuestros días. En sí las religiones establecidas, como el catolicismo o el protestantismo, entre no pocas, forman parte del sistema de destrucción de la Tierra, son cómplices de la concentración de capital y de las construcciones monstruosas, de las que incluso los árabes, el Islam, son cómplices.
Los componentes principales del largometraje son, sin duda alguna, en primera instancia la Espiritualidad en diversas manifestaciones, principal ingrediente junto con la fe japonesa de la película:
-Vemos al Alexander recurrir a la oración.
-El Cartero el que trae “la buena nueva”, entre enviado y arcángel.
- Alexander sacrifica su formación lógica-intelectual inducido por Otto, el cartero y recolector de circunstancias paranormales llevando en su haber 284 experiencias. Quien convence a Alexander de hacer el amor con María, una de las dos sirvientas, aludiendo que ella es bruja. Este momento es sublime y se muestra una escena hermosísima: los cuerpos flotan, haciendo una alianza intelectual, religiosa y pagana *. Esta unión conducirá a una humanidad genuina, única como anhela Alexander y así poder salvarla. Aquí nos remite al nacimiento de Jesús en el nuevo surgimiento.
(citas bíblicas Juan 18:38, Mateo 6:9-13)
El silencio: en la cinta vemos un silencio prolongado en la mayoría de las escenas. El principal silencio es el de su hijo mudo, debido a una operación. Alexander está condenado a las palabras y por lo tanto a la angustia. Esto lo vemos claro en la plática con su hijo y se mete tan lleno en su pensar externando “que el mundo es inminente y que el hombre ha perdido su espiritualidad en pos de la razón y la civilización”. Pierde de vista en unos segundos a su pequeño; al darse cuenta se angustia, ya que su pensar existencialista lo cegó ante el silencio de su hijo quien es el único que lo escucha. El silencio reina en cada uno de los personajes.
El tiempo: no se define con nitidez en la cinta; las tomas son largas y duran mucho, hay planos fijos, los personajes utilizan monólogos que son extensos, el color en la fotografía (extraordinario) hace uso de tonos apagados, texturas muy marcadas y claroscuros. La mayor parte de la película se desarrolla en el exterior. Cada toma nos hipnotiza y hace que separemos el sueño, el momento y lo real. Pero la fotografía es la única que nos da el tiempo transcurrido de esas doce horas que tiene Alexander; la profundidad del campo captada por los movimientos suaves de la cámara nos provoca un estado de contemplación, pero a la misma vez un vacío. Y el tiempo es detenido hasta el momento del sacrificio. Como el nuevo amanecer y la cinta toma un color claro.
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Simbolismo: Desde el inicio de la película encontramos varios simbolismos: uno de ellos aparece en el comienzo y en varias escenas del largometraje: es el cuadro de “La adoración de los Reyes Magos” de Leonardo da Vinci. Durante los créditos, se mantiene la figura de un niño de pie cuya rostro es horrible; cuando están terminando los crédito sube la cámara y al fin vemos al “niño” bello, lo cual crea contraste entre ambos pequeños y el simbolismo podría apuntar a que de la “maldad” de los judíos y, por tanto, de los romanos advendrá una época de serenidad para la humanidad. Además, en torno de la adoración del niño dios, se está generando una batalla a caballo, en la que la cámara no se detiene, sino que sólo la registra. Sin embargo, casi terminando los créditos de inició, aparece la fronda de un árbol en realidad hermoso, además del cielo límpido y de inmediato se ve a Alexander al lado de su hijo pequeño plantando un árbol que no tiene raíces y el padre le dice al niño que si durante más 17 años se riega a diario a tal árbol en una hora exacta, el árbol echará raíces y vivirá, lo cual implicaría una disciplina.
En el inicio, parece una locura.
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La música importantísima a lo largo del filme: "Erbarmedichmein Gott" de Johann Sebastian Bach. “Señor ten piedad de mí” También escuchamos a Watazumido-Shusocon, su flauta de bambú japonesa y un canto tradicional sueco.
El nombre de María, la unión de ella y Alexander, el silencio, el orar y el creer de el que con su fe salva a la humanidad.
La escena de la quema de su casa él se pone kimono, muestra el yin y el yan y laborra todo pasado para que la familia tenga o tome una dirección de su vida, junto con víctor (su doctor) y sobre todo en su aparente locura también sacrifica a su hijo quien simboliza el estado más natural cercano de él.Ese fuego purificador que aparece al final arde toda su vida anterior, pero poco importa, pues el mundo vuelve a caminar y se ha salvado gracias a un solo hombre, que ahora, en consecuencia, debe cumplir la promesa hecha a Dios y renunciar a todo, incluso a su hijo.
El niño acurrucado en el árbol cerco (que representa a la humanidad marchita sin fe), mientras él representa el nuevo humanismo ya con el acto de fe al regar el árbol seco recupera su voz y las palabras de su progenitor salen de su boca infantil “ Y primero fue el verbo ¿por qué papá? La emoción emana y es en este momento que la cámara capta todos los símbolos y nos muestra los momentos únicos de la película: la copa del árbol, el agua, la humanidad y la naturaleza.El metraje empieza y acaba en un mismo espacio, junto al lago la cámara se desplaza hacia los lados vemos lo terrenal mientras en un segundo plano vemos lo espiritual: el árbol y se eleva.
El niño se convierte en adulto al asumir el papel del monje mencionado por su padre, invirtiendo los papeles en el que el niño se vuelve adulto. Por lo tamto el niño es el padre de su padre vuelto niño.
*
La locura aparente de Alexander concluye con el sentir de que gracias a su sacrificio, el mundo tendrá espiritualidad y la esperanza de ver otro amanecer.
El sacrificio es una obra maestra que nos permite explorar la espiritualidad del alma. Es un momento alucinado, entre la vigilia y el sueño y sobre todo que nada parece real Cada personaje juega un papel importantísimo para comprender el sacrificio, todos los personajes tienen un rol importante de interpretación: hay desolación, añoranza y deseos de un cambio en cada uno.
*
FICHA
Año de producción: 1986
País: Francia, Reino Unido, Suecia
Rodada en Gotland, Suecia,
Dirección: Andrei Tarkovsky
Intérpretes: Erland Josephson, Susan Fleetwood, Allan Edwall, GuòrúnGísladóttir, Sven Wollter, ValérieMairesse, FilippaFranzén
Guión: AndreiTarkovsky
Fotografía: Sven Nykvist
Duración: 149 min.
Ganó cuatro premios en el Festival de Cannes, algo que nunca había sucedido: el Gran Premio del Jurado, el Premio del Jurado Ecuménico, el premio FIPRESCI y un premio especial a la contribución artística para Sven Nykvist.
Suecia: Premio Escarabajo de Oro a la Mejor Película del Año (1986).
Valladolid: Espiga de Oro (ex aequo), junto un premio especial a Sven Nykvist por la mejor fotografía, XXXI Semana de Cine de Valladollid (1986).
Sacrificio es el único guión que Tarkovski escribió sin la colaboración de otro coguionista. El descubrimiento de la fe es el tema principal de la película. Fue su última película. Muere a la edad de 54 años de cáncer pulmonar el 29 de diciembre de 1986, en parís.
Se puede conseguir en Tepito y Anexas.
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