domingo, 16 de noviembre de 2014

AQUELLA TARDE

Fue una tarde en que no nos veríamos más, aunque ese día yo no sabía nada. Él vino y se fue con prisas y llegó con las manos vacías. El ritual y la magia pertenecía a tiempos pasados. "Vine porque querías verme" - me dijo. Sólo por eso: por atender a mi petición, como mía solamente. Todo se diluía y quedaba desdibujado... Plazos largos para vernos. Incógnitas acerca de un viaje. !No, ya no! Por mi parte, un desencanto ante su visita sin entrega. Así no. No más encuentros que romperían el tiempo (encuentros de eternidad, ilimitados). No más el arte para construir ambientes para él. Un adiós insípido. Conozco bien de esas cosas. Entonces me decido: tomo unas tijeras para cortar el hilo que él desgastó y limpiamente, lo corto. Ni modo. Besos no dados. No más escenarios lindos. Una de tantas relaciones asimétricas que se llenaron cada vez más de imposiciones.