sábado, 22 de diciembre de 2012

R. S.



Para Rüdiger Safranski (seudónimo)

Mi poeta:

Me dijiste que te ayudaba a ser una persona más buena. 


Disipaste la niebla de mi alrededor,
me diste un beso en la piel, encima del corazón,
me trataste como a una reina;
cuando tropecé, me ayudaste a levantarme 
como si se tratara de una figura de porcelana:
con delicadeza y cuidado.

Me abrazaste como nadie, como nunca.

En tu cuerpo me escondo, a la vez que me descubro.