domingo, 26 de agosto de 2012

BUDISMO

Tengo ganas de escribir tonterías. Es incómodísima la postura para practicar la meditación budista. No entiendo cómo al iluminado Buda se le ocurrió. Después de pasar dos horas así, sentí como si me hubieran apaleado. Además, cuando había que sentir mi cuerpo y mi respiración imaginé una fantasía erótica con alguien que me inspira y esa no era la tarea. Por otro lado, había que desearle a todo el mundo que estuviera bien. Obedecí, pero a muchas personas les antepuse un adjetivo: entonces supongo que mi deseo no les sirvió de nada. Creo que soy pésima para desear un bienestar universal. Sólo se los puedo desear de corazón a quienes tienen valores éticos y los practican, a los niños y a todos los animales y plantas del mundo. Comienzo a dudar que yo pueda ser budista, pero seguiré intentándolo.