jueves, 26 de julio de 2012

R. S.


Para Rüdiger Safranski (seudónimo)

Me gusta que me busques como un ser sediento de magia y misticismo. Creo en la habilidad de transformar en sagrados los momentos cotidianos (bien lo escribía Mircea Eliade). Cambias mi imagen cada vez que me ves. Somos lo que ambos nos hemos imaginado en una noche larga y desvelada. Disfruto de esos encuentros esperados, en que los lapsos de ausencia posteriores son condimentos para la siguiente ocasión. Cuando regreses -si lo haces- prepararé mis fibras más sensibles para envolvernos de nuevo el uno al otro.