lunes, 27 de mayo de 2013

RESPONSABILIDAD



Respecto al asunto del sufrimiento por alguien que no vale la pena, coincido contigo en que la mayoría de las veces la persona que lo sufre tiene un fuerte rasgo de dependencia inconsciente. Aunque  definitivamente me pregunto: ¿de quién es ese inconsciente?

Siempre es más sano aceptar
la responsabilidad por lo que vivimos, que culpar al otro. Soy responsable porque he sido yo quien ha elegido. Nadie me ha obligado: yo lo he querido y nadie más. Incluso es muy probable que quien me aprecia haya intentado persuadirme para abandonar esa situación que tanto me ha lastimado. Y muy posiblemente no sólo una, sino varias personas. Pero no he escuchado, a pesar de que todo era tan claro. Me obstiné y perpetué en un contacto malsano y destructivo.


De nada sirve culpar al diablo, si yo he sido quien ha corrido para estar a su lado.
También de manera inconsciente, se vive con la fantasía de que la maldad y la perversión del otro fue la causa de mi desgracia. Se evita así la confrontación con la propia soberbia y cerrazón. Al final, es una evitación fallida de una herida narcisista (que aún no se puede asumir).

  A mi nunca me sirvió victimizarme. Prefiero sentirme un diablo...
Mefistófeles (seudónimo)