Para Rüdiger Safranski (seudónimo)
Fue un hermoso abrazo.
El descanso nos llevó a un sueño infinitamente placentero.
Te fuiste y entonces escuche a la violinista que ensayaba,
cómo ese día en que pensé mucho en ti.
Sólo que eso, ya no te lo conté.
Cuando estás conmigo, todo tu ser me acompaña.
Foto: Kirsty Mitchell