martes, 1 de septiembre de 2015

UNA DESPEDIDA MÁS

Gracias por enviarme la canción. Te mandé una de Alfredo Zitarrosa, pero no da cuenta cabal de mis sentimientos. Por eso te escribo. Fui tremendamente feliz en las horas que pasábamos juntos, pensé todos los días en ti, o casi todos los días. Me entregué por deleite, por que quise. Fue con pasión, con ganas. Cada vez que hablabas de un final me dolía, era como si me desgarraran un poco. Lo sabes de sobra, el secreto guardado con celo, también me dolía. Cuando estaba contigo no quería ver diferencia de edades y de intereses. Quise que "por siempre" vinieras de cuando en cuando a anunciarme una primavera. Ese dolor de a poco cuando anunciabas el final ya no lo quería, era mejor de una vez. De tajo. Aún pienso en ti y quiero pensarte cada vez de manera diferente: ¿cómo un paraíso que me quedó dentro?, ¿como diamantina que me quedó entre las manos? Para mi es un duelo y he llorado por ese final irremediable. Por esas manos que no se volverán a unir. Me es difícil soltar, dejar fluir. Te agradezco tu cara de alegría cuando venías acá. Gracias, gracias.