domingo, 16 de octubre de 2011




DOLOR O LOCURA

Muchas veces en mi vida he muerto de dolor. Lo curioso es que alguna vez confundieron mi dolor con locura. Nunca he estado loca: sólo he estado muerta en vida, que es otra cosa. He bajado a los abismos y después he subido de nuevo al nivel del mar o tal vez más alto, con vida otra vez. He muerto y renacido; he sido una y me he convertido en otra, en el intento de dejar atrás lo que me mató.

Conozco el dolor que desgarra, que desangra y que hiere. Sé lo que es vivir el desamor y el abandono, pero loca no, loca nunca. Tampoco poco ética, aunque me hayan acusado sin fundamentos. Soy una dama contestataria, pero siempre una dama.

Después de haber estado ensangrentada sobre el piso, me he erguido sobre mis dos pies. Me he doblado, pero no me he roto. Sigo adelante con mi mente lúcida y con una valentía que me enorgullece. He estado encerrada dentro de diferentes ataúdes y algunas personas han llorado por mi. Sólo mis amigos, siempre mis amigos.


¿Loca?, ¿se puede estar loca de lucidez? No lo creo. Se puede estar muerta de dolor, eso sí.

Pronto vendrá Día de Muertos. Ya tengo dispuesto mi elegante atuendo de Catrina.