martes, 11 de marzo de 2014

MIKEL

El vientre de mi hija crece. Falta mes y medio. En el patio del trabajo florecen los azahares, el viento es fresco y el clima espléndido. Lo espero. ¿Cómo será cuando lo conozca? ¿Cómo será cuando toque su delicada piel y sienta su peso y su respiración entre mis brazos? ¿Cómo será? Un hermoso ser que estará entre nosotros, alguien a quien atender y contemplar (en lugar de ver la pantalla de la computadora). Seguramente será ver a la vida de frente.