Tengo mil sueños por cumplir y un par de promesas
que escaparon entre las aguas del río helado. Tengo tres recuerdos, un
susurro y dos lágrimas junto a mi taza de café; una docena de historias
que contar entre los libros de la biblioteca, las sombras de los pinos y
el arrullo del viento; el olor a leña quemada, el ardor en el estómago y una sudadera con las mangas rotas.
Tengo palabras esparcidas a lo largo y ancho de mi cabeza, las risas
de dos amantes en el filo de la cama y la pretensión de mi inexistencia;
tengo los orgasmos habidos y los imaginados, una almohada que muerdo al
recordar, un vacío en el pecho que de cuando en cuando puedo llenar con
olvido. También tengo la letra de un tango sin terminar y la costumbre
de esperar sentada frente al buzón – siempre vacío como mi pecho-
Tengo la mitad de un cigarro escondido, mi palidez frente al espejo,
el aliento cortado y una vela sin prender que espera que termine este
silencio…
Paola Klug