domingo, 13 de noviembre de 2011

EL AMOR ROMÁNTICO


Antes, cuando creía en el amor romántico, fue como haber vivido alcoholizada. De esa manera, oculté lo que no quería ver. Me vendé los ojos para no entristecerme ante la pérdida del humanismo en el mundo.Una nube ridícula fue mi cobijo para ocultar lo que me asustaba. Creí que mis fantasías eran reales y albergué ilusiones quiméricas e idiotas.

Antes, el amor romántico me sacó de mi cauce y de mi persona. Hoy prefiero vivir día con día, como si esperara mañana la visita de la Señora Muerte.

NO PERMITO QUE NADIE ENTRE AL SANTUARIO DE MIS SENTIMIENTOS.


Creo en lo que veo y en lo que toco. Dudo de las palabras, tan engañosas como lo es la mente de un fumador de opio. La magia que surge en mi entorno, existe porque la he creado. Por fin me he convertido en sujeto de mi propia existencia. Avanzo con más seguridad y mi camino se perfila.
Sin mentiras, expongo mi tristeza cada vez que aparece.

Deposito mi verdadero y único amor en la naturaleza. Árboles que contemplo con respeto. Animales inocentes. Mi jardín de tréboles con flores. Un cielo que me permite ver el horizonte.