Después vino la desilusión:
El príncipe se quedó sin aire.
Las piernas se le doblaron.
El corazón quiso detenerse y su vida parecía
ponerse alas viejas para volar donde el nunca más.
Las piernas se le doblaron.
El corazón quiso detenerse y su vida parecía
ponerse alas viejas para volar donde el nunca más.
Miguel Ángel Tenorio
Recortaron el presupuesto de la editorial. Se publicaría sólo la mitad de los libros para primaria y los tiempos se pospondrían... Ese horizonte abierto se llenaba de oscuridad y confusión. Los libros por publicar quedaban suspendidos quien sabe en dónde. Podría escribir "que el diablo metió la cola", pero sé bien que lo que sucede es un reflejo del sistema y sus intereses. La responsable de la editorial me dio una respuesta vaga... Sé que de los tres proyectos de libros que entregué "se salvó" el primero porque alcanzaron a maquilarlo. Al principio, dijeron que lo editarían en diciembre de este año, ahora sé que está en un área fuera de la parte editorial. ¿Cuál?, ¿quien sabe?. Por desilusión tal vez, ya no quise preguntar.
Me hubiera gustado celebrar este cierre de año con mi libro de Historias de Vladimiro, el vampiro en la mano y muy cerca de mi corazón. Me sigo preguntando ¿qué futuro tenemos en este país?