jueves, 1 de diciembre de 2011

MERCEDES


MERCEDES

Amiguita,¿realmente estás muerta? Si cierro los ojos, te veo... incluso te he mirado vestida de blanco, como una novia. Ya no podré abrazarte ni escuchar tu voz. ¡Tus recuerdos están vivos y son tan plenos! Estoy triste porque no volveré a oírte cantar...

Después de un tiempo me meteré dentro de cada uno de tus libros para vivir contigo lo que escribiste: te seguiré, mezclada entre tus letras: iré contigo a tu tiempo y tus lugares.

Los corredores por los que andabas tan a menudo tienen grabados tus pasos cada vez que caminaste por ellos. Mis perrros recuerdan esas tardes en que les dabas galletas de "animalitos" y los reprendías suavemente porque no habían hecho la tarea. El gato güero (también le decías el "gato/perro") seguramente recuerda tu sillón. Iba a visitarte con mi familia animal entera y siempre nos aceptabas a todos, contenta por la visita.

Tienes mi cariño: en la vida y en la muerte. Eres para mí una bella lámpara de herrajes delicados protegida por cristales, con una vela adentro que nunca se apagará.

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