sábado, 7 de abril de 2012

PELUSO

Una bolita de pelos y si uso adjetivos: mugroso, greñudo, maloliente y humilde estaba debajo de una banca de estos condominios. Era un perrito negro con "rastas" entre café y negras. Amarrado por los policías seguramente para sacarlo de mala manera de los condominios (ya lo habían "arreado" a patadas; lo supe después). Era lunes y mi primer día de vacaciones. Le llevé comida y agua. Con timidez y después con apetito aceptó los alimentos.

Volví a mi departamento. Algo me dijo: "¡No puedes dejarlo en esas condiciones!" Acudí para recoger al animalito. Cortaron el cordón con el que lo habían amarrado y lo cargué para llevármelo. Su trasero era un colchoncito de mugre. En vez de resistirse o morderme, puso su cabeza sobre mi hombro con aparente confianza. Eso me conmovió más de lo que ya estaba. A la vez sentía temor de cómo lo recibirían mis otros perros, pues no pudo haber preámbulos posibles...

Después una vecina, amante de los animales, me ayudó con su apoyo moral. Lo llevamos con el veterinario de al lado para que lo bañaran y lo "pelaran": imposible salvar su pelo deteriorado.

Cuando lo recogí miré que su color era un gris hermoso y brillante. Los empleados me dijeron. ¡"Caray, qué buen perro se consiguió"! (aclararon que se referían a la bondad del animal). Quise pagar y me dijeron que la cuenta estaba saldada. ¡Estaba tan nerviosa desde que comenzó este proceso que creí que deliraba; pero no: según me dijeron había ido a la veterinaria una señora alta que pagó eso y otros tratamientos para beneficiar al perrito. Se me abrió el cielo pues había tenido que pagarle al plomero anteriormente una cantidad que no tenía contemplada. ¿Qué seguía ahora y quién era esa señora misteriosa y compasiva?

Por otro lado he estado pensando mil veces si quedármelo o no porque es muy amoroso y encantador. Mi corazón se prende a él, al igual que el suyo se ha prendido del mío.

Aún es un cachorro y si decido que lo adopten, así pase un año conmigo, sólo lo dejaré en las mejores manos... Ya supe también quién es la dama generosa. El perrito por lo pronto se relaja, come bien y convive con su "manada", que son mis perros. Está letárgico y demasiado quieto para ser cachorro, pero espero que con el tiempo y mi cariño, se le pase poco a poco.