viernes, 28 de enero de 2011

DEJAR IR



Veo el amor de otra manera: es un viento fresco que se queda un rato entre mis manos y se va, o es un amanecer que se transforma en una esplendorosa mañana. Todo está en dejar ir. En vivir los momentos y permitir que fluyan hacia su destino. No puedo ni debo retenerlos, no son míos, se van y la vivencia queda en el cuerpo y en el alma.